sábado, 19 de mayo de 2018

El libro de las ciencias

¿cómo acaso el ser humano no podría tender hacia la locura?
si posee una parte delantera y otra trasera
si los ojos han de apuntar hacia un solo lado
—el banal, el lado siempre equivocado.


El libro de las ciencias.

homus cientificus

hablese del ser humano como ser viviente tendiente a la pérdida de cordura
en especial en los casos de cautiverio

recomendable es que usted lo saque a pasear con frecuencia
sino podría engordar y volverse alcohólico

es importante que se le cambie la cucha de lugar cada seis años a lo máximo
sino podría comenzar a perder pelo —si ya está en la adultez
y desarrolle algún cáncer —en especial si su humano es de tipo fumador

el humano es un ser que si se lo tiene ocupado puede ser dócil
pero si se lo abandona a su suerte, puede volverse desconfiado
al no exponerlo regularmente a otros de su especie
es probable que le cueste relacionarse con ellos en el futuro
asimismo, tengo cuidado también del exceso de exposición,
puede desarrollar la idiotez.

la esperanza de vida de un ser humano actualmente ronda los setenta años
pero este valor puede cambiar de acuerdo al cuidado que se le ha dado
aunque es común que el humano mejor tratado y alimentado
adquiera la locura, enfermedad genética común a toda la especie
por ello es imperioso que lo aleje de armas de fuego, objetos cortantes y edificios altos.


martes, 8 de mayo de 2018

Nadie va a juzgar.

Nadie acá va a hablar sobre tu falta de cariño
no, juan, eso dejáselo a tu carne insuficiente de hierro
todos te dijimos de ir al nutricionista, pero
¿pensás en nosotros?

hoy venimos a contarte que te estás quedando afuera
agotamos ya los antídotos para tu prosa infecciosa
culpa de la lluvia y tu paraguas transparente lo primero
culpa del cansancio de nuestra paciencia lo segundo

por eso es que pedimos.

pedimos que te levantes
hoy, aunque no haya piso
incluso si se te caen los dientes,
soltate del cielo raso

intentá volver a perseguir los anhelos
sabemos que todavía están ahí
faltos de riego por tus cíclicas desiluciones
enterrados bajo la fina capa de indiferencia hacia lo que te rodea.

no todo está perdido
hay espacio para cualquiera acá
aunque seas una mierda.


a vos te hablamos, hombre de los mil saberes
que cuando pasa por el puente, y encima corre el tren
sigue pidiendo los mismos estúpidos deseos
(«compartir tu almohada esta noche»)

vos, que seguís sin creer en los fantasmas
aunque tengas uno enfrente de tus ojos

vos, que adentro del caparazón impermeable
ahí donde crees que está tu sensibilidad
tu parte más sincera
solo guardás maldad.

oh juan, nada es tuyo ya.