jueves, 8 de febrero de 2018

Póstumo

hoy moriré 
y muchos llorarán mi muerte
lo sentirán en su carne
no pudiendo creer semejante fatalidad

es martes y moriré 
el kiosquero se preguntará por mí 
pero solo en la semana lo sabrá
y pensará en que era muy joven

no pienso dejar testamento
el misterio será mi firma póstuma 
y del enano con el punzón solo sabrán los más cercanos
los más cuerdos. 

hoy moriré 
no podré terminar de pagar la cámara 
cerrar la persiana de casa
convertirme en quien anhelo

¿para qué concentrarme en eso?
si solo la pena ajena ocupa mi mente
regalo justo al pensar rápido
suceso indiferente en mi lecho de muerte

en vano es esperar en la guardia 
repleta de nenes jugando que olvidan a qué vinieron
sonrientes porque faltaron al colegio
otros lloran ante lo injusto de vivir


mis fuerzas ya no me permiten la caminata 
y por la garganta ya se siente ese extraño sabor 
lo que uno esperaría de pasar la lengua por la hoja de una planta 

pero a mi lado un nene ahora calmado
dos años tendrá
es distraído por su madre, que lo hamaca
mientras el padre llora en la otra esquina
así que me dispongo esperar a ser llamado

sábado, 3 de febrero de 2018

Hoy

hoy mi cara es enmienda
y mis dientes provocación
hoy mis manos son demasiado grandes
y no puedo apretar los botones de ascensor
ya el portero me grita fuerte
que soy torpe y que me vaya
pero ahí quedo quieto
rajado sin aún ser vidrio.

Nunca independiente

me contaron de un astrólogo emancipado
que en las mañanas regaba soles y quemaba raíces
sus ansías le pedían tierra y la pena lo ayudaba
como el nitrógeno a las plantas
como el azúcar a tu piel

sus andanzas fueron muchas
y para cuando fue crisálida su lengua no era la nuestra
de ahí en más solo pudo dedicarse al arte de romper

escarbando en lo interior más perdido
eso que está aferrado al cuerpo con clavos ya oxidados
y no volvemos a tocar por miedo a contraer enfermedades

ahí se hizo fuerte y se dedicó a adornar su imagen
con guirnaldas y letras de los que no comprendían

los años pasaron y él cada vez fue más crudo
en igual medida a lo idolatrado por las masas
que a él ya asocian la razón de su existencia
sin ver que cambia las palabras de cariño por puñales.