escribir sobre estar abatido
mientras pensás en el precipicio
y en el camino hacia el fondo desafiante de la gravedad
diciéndote que aún hay que esperar para el salto
haber olvidado ya el cómo hablar
convirtiendo oraciones en palabras desparramadas
y las propuestas a flechas rectas, siempre rectas
no notar
como la grieta en la pared se expande hasta el techo
cuyo derrumbe sellará tu tumba.