viernes, 23 de diciembre de 2016

Pequeña opinión de Rogue One de alguien que gusta de Star Wars

Me pasa algo raro con las nuevas películas de star wars, las siento demasiado cercanas, demasiado realistas; nos están mostrando algo que no cuadra con ese futuro tan puro de las originales (y de las otras tres también). La siete en general me gustó, me esperaba un episodio I genérico, por lo que me sorprendió para bien, aunque me dio un miedo que aún conservo: que transformen a star wars en las películas de superheroes de marvel. Y es que, vamos, la estructura es bastante parecida; eso del acción después drama después chiste para cortar responde a eso, es la estructura que sí o sí pega y tenés que ser un alien para que no te guste.

Fui algo desilusionado al cine, porque había leído que las letras al principio, características en cada película, no estaban y que la música no iba a ser la de John Williams, cosa que me pareció completamente ilógica.




Bueno sí, la película, qué tal?

Muy buena película en el universo de star wars con las mejores escenas de acción que vi en el año y en toda la saga, bastante floja en el desarrollo de algunos personajes y con un guión medio pelo en ciertas partes puntuales.

El reparto en general estuvo bien, salvo Diego Luna que ni fu ni fa; Felicity Jones excelente, haciéndome creer cosas que si fuera por el guión no me creería (llorando con el holograma así de la nada, really?), aunque la fuerzan demasiado y por momentos es una guerrera fuerte, por otros es muy débil, quedando una amalgama irregular al final.
El resto también está a la altura (piloto y los otros dos que no recuerdo el nombre ahora) pero pecan de falta de profundidad, nunca sabemos las motivaciones de cada uno, y cuando al final ya son compañeros de toda la vida uno no se lo cree ni un poco.

El soundtrack me sorprendió para bien. Me esperaba un desastre con todo el tema de que no tener la de Williams y el cambió tan sobre la marcha de compositor. No es quizás memorable, pero acompaña de manera excelente a todo lo que sucede. Por momentos se aleja de la original y por otros le copia algunos movimientos (que escuchaba y me decía "uh, ahí viene", aunque al final sí la ponen), de tratarse de otra saga sin ese soundtrack tan memorable, se la hubiera alabado más.

Pero lo mejor de Rogue One: A Star Wars History es la acción. La idea de epicidad está presente en todo momento, y las escenas de combate están dentro lo mejor de toda la saga, nivel episodio V. Justifica complemente ir a verla al cine, la última media hora es simplemente espectacular. (la parte de Vader oh mai god, excelente recurso, un Vader imparable que desde las dos primeras películas que no se ve)
En fin, que no sé qué más escribir, Rogue One es una gran película de acción, con una primera parte algo lenta y que no logra enganchar tanto, y además falla en lograr una unión creíble entre los personajes, con una historia algo cutre pero que le sienta bien, y que justifica de manera excelente eso de la escotilla de episodio IV, no es que alguien se olvidó de la escotilla esa y dijo "nadie se va dar cuenta".

Esta es la pequeña opinión de alguien que creció con estas películas y que le cuesta ver los puntos negativos, es reconocible. Supongo que dentro de diez-veinte —y ya pasa actualmente— años eso pasará con las películas de universos como Marvel/Harry Potter/similares, que yo hoy miro de manera extrema crítica, aunque la fórmula-estructura de fondo de toda esta clase de películas sea bastante parecida, solo que en el mundo del cine la antigüedad y haber sido "el primero" es algo que se premia.

capaz hay faltas de ortografía pero no estaría teniendo ganas de releer todo

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Canciones del muy al norte

Diario de un tal julio, enero 2006.

El joven de cristal
supo que esta vez
tenía que dejar
sus versos atrás
y adentrarse de una vez
en su inseguridad
para llegar conocer
el pronto final
su único final


la suerte lo llevó
al improvisado altar
y el supo que tal vez
la mirada irracional
lo iba a ayudar
pero no supo ver
que todo lo demás
daba igual
ya daba igual;


motivos no preguntó
nunca sabré por qué
y al tiempo nos dejó
seguro de ser
otro elegido que dudó
y el bosque no fue cruel
por años ahí vivió
esperando volver
creyendo volver


pasaron años por demás
hay cánticos de él
muchos son verdad
otros lo dicen ver
y en la oscuridad
de su sagrado corazón
aún guarda la señal
de como esa vez
ella dejó a su dios
llorando piedad

llorando piedad
quemándose de fe
ahuyentando su verdad
y su único final.


*fijate si podés meter a Michelle en alguna parte, lindos versos hay allá.

lunes, 29 de agosto de 2016

(crítica) Snowpiercer

Vi la película y pensé ya en todo lo que podría escribir sobre ella.


Snowpiercer es una gran película que por momentos nos puede hacer acordar a Blade Runner, por momentos a The Shining o, por otros, a Mad Max; es tremendamente ambiciosa, aunque tiene algunas aristas algo descuidadas. Cubre mucho más temas de los que parecen verse a primera vista, y en cuanto la vi tuve la idea de empezar a escribir esto, críticas.

Durante las dos horas que dura me pregunté —y sigo preguntándome— qué es lo que pretende el director. Es raro, porque hace cosas que después no termina pero da la idea de que él lo quería así. Es una película en conjunto estrafalaria, con paletas que si las miráramos separadas no coincidirían para nada. Aunque a eso quiero llegar a lo último.

No leí la novela en la que está basada, pero la idea es cuanto menos curiosa: un tren donde vive lo que queda de la humanidad porque, en un fallido intento por terminar con el calentamiento global, se ha desatado una era del hielo donde si se sale al exterior se termina muerto. El que ideó el tren a cargo de todo, el típico rollo de las clases sociales y una burocracia extrema, la represión de los de delante a los que están atrás de todo (algo así como la clase menor), la rebelión, la lucha por el control del tren, en fin, no soy bueno para hacer sinopsis, así que copio a wikipedia.

"En un futuro distópico se realiza un experimento científico para contrarrestar el calentamiento global que tras fallar provoca una era glacial que acaba prácticamente con la población mundial. Los únicos supervivientes son los habitantes del "Snowpiercer": un ferrocarril extenso con un motor de duración ilimitada que circunvala el planeta entero a través de una vía férrea.

A raíz del desastre, el tren está dividido en dos clases: por un lado, la parte delantera integrada por la clase acomodada y con privilegios; por otro lado, la clase obrera y pobre, situada a la cola. Hastiados por su situación infrahumana, los ciudadanos de la cola deciden organizar una revolución social para hacerse con el control de la máquina."


Al principio de la película, me atrapó mucho la trama, la idea. Pero estuve a punto de dejarla a los veinte minutos por una simple razón: los diálogos. Simplemente es muy difícil creerse ciertas situaciones que son demasiado forzosas, sumado a algunas actuaciones que no están explotadas al máximo, dan como resultado algunas escenas que nos parecen tediosas y que se podrían haber resumido más, y no haber vendido tanto a los actores. Ojo, no digo que todos los diálogos están mal o son molestos, sino que no están completamente pulidos.
Desde la rebelión, cuando comienzan a avanzar a través del tren, es donde, para mí, Snowpiercer nos muestra lo mejor de sí; principalmente en su faceta artística. El diseño de los escenarios, ese micro mundo del tren, está muy bien logrado. Quizás las tomas de acción se dejan ver algo flojas, pero tienen algunos momentos muy bien llevados, como cuando se apagan las luces y se maneja la escena de manera excelente (pareciendo un videojuego), o ciertos slow motion que dejan ver mucho más que una simple pelea. Locura.

Sí, la locura es algo importante en el planteamiento de las escenas. Por eso me recuerda a Mad Max, en especial al reboot reciente. Personajes inverosímiles, situaciones inverosímiles, en un sentido bueno: la segunda al mando, el calvo que reparte huevos por todo el tren mientras sigue todo el quilombo (es tan genial como suena), el parate en el medio de una pelea a mano limpia por el año nuevo, el piso y la escena con la maestra (muy a lo Shining).
Tengo que reconocer que el último tramo de la película me dejó muy enganchado por saber la verdad, todo el tema de los mensajes que le mandan al protagonista principal, cuando conocemos más a fondo a nuestro héroe y vamos ya viendo el posible desenlace —que sí, podría haber sido más corto y sin la necesidad de explicar tanto— de la historia. Todo este tramo está verdaderamente bien y los últimos vagones por recorrer son los mejores estéticamente. Sólo en los últimos quince o veinte minutos cae un poco el nivel, con diálogos muy rebuscados —que alguien calle a ese antagonista, por deus— y situaciones ya a otro nivel de inverosimilitud que no hay forma de digerir (los niños) ni de creer.

Para terminar, personalmente Snowpiercer me agradó bastante, pero también me dio algo de enojo, porque comete algunos errores tontos que podrían haberla dejado a nivel de las películas que cité en la review. Te deja ciertas intrigas que darían para largos ensayos como sucede con The Shining y la trama padre-hijo, y creo que para nada se le hayan pasado por alto al director —a menos que el hombre de traje sea inmortal—, quizás en busca de eso mismo. El trabajo con el protagonista y su crecimiento a lo largo del film es verdaderamente genial —la metáfora del brazo me parece de obra maestra, nuestro personaje completa su ascenso—, y el antagonista (a lo Huxley) es perfecto para cerrar la trama y entender el por qué de todo y, más importante, creernos ahora sí el principio de la película.

No sé dónde ponerlo, pero amé completamente el piso de los últimos vagones, bien Kubrick.

Cambios

Sí, llegó Macri.

Por eso.


(risas)


En fin, hace tiempo que tenía ganas de escribir mi punto de vista sobre películas, novelas o series que veo, aunque no sean muchas, pero por lo menos para mantener activo esto. Creo que continuaré escribiendo mis cosas pero, como se nota por la poca actividad, en este momento prefiero recibir que hacer. Como tampoco veo mucho, es posible también que agregue opiniones sobre discos, ahí ya más en mi terreno.




Y nada, el comunicado es por si alguna puta casualidad algo ve algo viejo y dice "carajo, y qué hace la crítica a Avatar acá arriba?", aunque no mucha gente viene a estos páramos 2.0 pero por las dudas.

Ah, y probablemente no sea el mejor crítico pero al menos es algo.

Citando.

La sal
y el sol,
frío
y el agua,
que ya es hielo.

jueves, 9 de junio de 2016

Historias con Julios: 64 de 198.

(Extracto de "Un diario de Espiedo, por Julián Campos")


JULIO QUE TIENE GANAS DE MORIR


nota: matarlo más lentamente así se diferencia de los otros. Está dentro de los que superan la re-lectura, así que podés ponerlo en más consideración frente a los demás, carentes de sentido alguno. 


Digamos que eran las diez, pero él sabía que las cosas pasaban o pasarían horas antes o después, respectivamente, y que en ese momento todo era inerte y que lo único que podía hacer era esperar o recordar porque otra cosa no había para hacer.
En fin, era un viernes diez de enero, creo, y el día parecía que iba a ser normal. Julito se levantó, se lavó los dientes, se peinó perdiéndose en el espejo, todo normal, hasta se preparó un café lo suficientemente amargo, como siempre. Digamos que todo era como un martes normal y que Julio se encaró a la calle como sólo él a las ocho y media, perfumado, listo para tomarse el bondi que lo dejaba en la puerta del estudio contable, ahí en Flores.
Así que se levantó, pero no notó que le caía el piano en la cabeza, nadie lo notó. Después de ciertas cosas despertó en el hospital, diagnostico de cáncer, suicida, esquizofrénico, que su vida era una mentira, y eso que no era él; así que un lindo día, sin poder soportar eso, dejó de respirar y dejó a la familia en banda.


Julián Campos.
(agregar agradecimientos, mencionar a Michelle)

viernes, 15 de enero de 2016

De mucho rato y poco trato.

Nada está sobrevalorado, y él gana bastante. El peso suicida se le va, o por lo menos se le irá durante algunas horas. Se encuentra vacío, en ese punto medio blindado donde nada puede siquiera alterar la estabilidad de la cuerda que sostiene su mente. "Vos gastás en lo que querés, no te hagas problema pibe" se dice a sí mismo, para mantenerse en ese estado; sabe que quizás hay gente que lo mira desde una realidad mística (los años y el peso suicida lo acercaron a las religiones), que conocen todo lo que piensa y va a pensar, "perdonen, no puedo ser como debería ser, y asumir la grandeza guardada dentro mío" dice para ellos. Un rompecabezas psicoactivo con cada vez menos piezas (y no quedará ninguna) descansa en la mesa de luz, lo había conseguido barato; el pasto alto se ve de la ventana y al portón nadie lo levantará, hasta el pasto es gris. Ella fuma, mucho, él también, la casa heredada es un desastre de humo y cosas tiradas, después llamará a una que, además, le limpie un poco.