martes, 1 de diciembre de 2015

Habitué 3, el final primero.

Se termina, la sensación de vacío se dispara.
Sí, es una vacío en el pecho que nada tiene que ver con la pérdida del habitué, de lo tan odiosamente táctil.

Fin del primero, comienzo del segundo, igual en duración, diferente en prácticamente todo.

sábado, 14 de noviembre de 2015

Tiempos Modernos 4/21

Sí, Francia, sí, el tiempo parece nunca transcurrir.

La vorágine humana, la maquina, el monstruo. Cuántos de nosotros pueden jactarse de llevar consigno ese noble estigma de nunca juzgar, de poseer la habilidad de la completa comprensión y ponerse en el lugar del otro? Es difícil, incluso a mí mismo en momentos repentinos, cuando salen a la luz los más puros sentimientos, me veo incapaz de reprimir la maquina juzgadora. De ahí nacen nuestros problemas, el origen de la mancha que debemos llevar con nosotros sólo por haber nacido homo sapiens.

Yo sufría, sufría demasiado por otro que no conocía pero sabía que la pasaba mal, sufría por los otros que nunca podría llegar a conocer. Alguien me dijo que no me podía preocupar, o por lo menos no tanto, ya que nada se podía hacer, y fui sucumbiendo al cínico lado de la indiferencia. Pero, además, no fue solo eso; el altruismo (obsesión máxima mía en esos días) es algo que cansa, ver que no cambias nada, que un simple número en reversa no hace la diferencia, ser un tigre de bengala fuera de su zoológico y hambriento —ya que no puede cazar por su pelaje, la maldición de la belleza—, te atrofia la mente y te deja postrado en una silla de escritorio. Escribiendo en vano, escuchando placeres que siquiera tiene ganas de recrear. Eso es morir señores, matar al soñador que se debe tener adentro.

Quizás sea involución, o evolución (siendo el anterior estadio suerte de paraíso), pero eso no importa, siquiera creo en ella.





la culpa no es de él
su familia murió
su tierra se perdió
está enojado

la culpa no es de ella
sólo por estar acá.





la gota de tu tibio ojo
cae en lagrima inmensa
oh, señor de la tapa
deja de llorar

de payaso andas hoy
pero no pareces sonreír

un lunar por la esperanza y fé en la vida
halo de hormigas por la simpleza de la muerte

hxmbrxs convergen en tu rostro
sixmprx atados a su destino.

viernes, 6 de noviembre de 2015

Havanna.

2 de enero, 2013.

Algún havanna del centro.

-qué paja el amor.
+lo sé.
-no, no sabes.
+qué se le va hacer.
-no sabes el dolor que genera el verte con otro.
+dejame ser.
-yo también lo apoyo, pero es difícil llevarlo a la practica.
+no crees lo que decís.
-eso ya lo dije en un primer momento.
+no sé qué decirte.
-yo tampoco.
+para qué hablás?
-quería contarte, me caes muy bien aparte.
+sos un tibio.
-ahora es requisito ser el ideal de macho?
+no, pero llorás con el saxo de white trash.
-es hermoso.
+ya lo sé, por eso me caes bien también.
-así no puedo alejarme de vos.
+no es necesario alejarse, te repito que me caes bien.
-....
+también te quiero.
-no es la misma manera, pienso en abrazarte porque también te quiero.
+a quién esperás?
-pasa que también pienso en lo mucho que te quiero en el otro sentido.
+vos me estás dejando sin la posibilidad de darte afecto también.
-sí, ya sé, es todo mi culpa y soy un boludo; es una lástima.
+me voy a arrepentir?
-seguro, como yo ahora, es cuestión de karma.
+pero, seguimos hablando, no?
-obvio, es parte fundamental para que te arrepientas después.
+sos malo.
-te quiero.




Lindo día para cortarse una pierna, pensó bien adentro Luis. Su nombre le resultaba horrible, lo odiaba, pero de alguna manera le gustaba lidiar con aquello. Si de algo estaba orgulloso era que su aspecto no se asemejaba nada a la de un Luis, sino que más a la de un Julio; por ello es que en el barrio y entre sus amigos él siempre fue "Julito". Quizás esta dualidad de nombres, la elección de cuando usar uno y cuando usar otro, le conferiría a Luis ese halo místico, que siempre llevaba consigo mismo y que ni él sabía lo que realmente era. Es difícil explicar, pero es que era de esos tocados, que al mirarlos sabés que o bien pueden pintar el más bello paisaje, un Monet puro, o bien inmolarse frente a algún judas de alguna iglesia, algo así.

Lo de la pierna era pasajero, pero ya sabía que después iba a volver y eso lo estaba hartando. Harto del dolor molesto, de esa insulsa ofenda a su ser, siquiera era dolor suficiente para recurrir a alguna droga fuerte y estar contento consigo mismo. Su dolor, sus piernas, eran también algo muy Luis.

Se levantó con una pesadez agravada por la resaca, no se quiso ver en ninguno de los veintitrés espejos que había en su departamento, incluso una vez servido su café no tan caliente, se sentó en un exclusivo ángulo donde nada le devolvía su mirada. La charla esa del sueño/recuerdo de insomnio con Claudia había pasado hace ya bastantes años, la tarde anterior pasó y el café ya estaba cerrado. Era tranquilo, se podía hablar en paz; bueno, quizás por eso haya cerrado.

De la nada, mágico para un tercero (Julito ya lo tenía programado, en un mecanismo no tan azaroso), se empezó a escuchar a un Nick Drake desgarrado en Pink Moon, álbum elegido por Julito para usar en caso de suicidio, evento por cierto aplazado por el momento. Quería arreglar un par de cosas, además de esperar que se mueran algunos seres muy queridos, para tampoco lastimarlos sin razón alguno. Siempre fue precavido Julito, siempre pensó en los demás; llego a verlo ahora como un jesucristo moderno al que nadie notó demasiado, y que por eso no armó tanto revuelo.



EL JULIO NAZARENO

Frío, calor, a la mente atormentada le da siempre igual. Las ideas fluyen en cantidades, muchas de ellas absolutamente geniales, pero son incapaces de llegar a la simple transformación de ideas en palabras y así, más complicado aún, la idea es incapaz de ser acción también. Incluso el más puro impulso llega a ser palabra, o al menos una conjunción de estas.
A lo que iba: en el estimado Julito este pasaje no se cumplía; al no poder transmitir las ideas, sacarlas limpiamente en forma de palabras, en cierto punto sus ideas se convirtieron acciones sin haber sido palabras antes; el mismo, completo en sí, se fue volviendo idea. Era una idea parecida a la de un mamaracho circular, un intento de espiral de un niño sin temple, eso otro también era Julito. Toda una idea en sí, inmortal en sí, alejada de las palabras, siempre sólo en su interior tormentoso, reflejo también de su espanto a la discusión como medio de aprendizaje. Luis sabía todo ya, y ni el más puro y original argumento lo iba a desviar de su pensamiento, pero al no poder expresar sus ideas, él siempre quedaba en una situación algo incómoda.

Los sentimientos se le aparecían de la misma manera, por lo menos hasta antes de renacer como deidad (las dolorosas muertes de Julito vendrán más adelante). Incapaz su exterior de conocer su interior, encaminado a la indiferencia y al sufrimiento, ya que en ciertos momento su dentro (insiero) le lograba conceder cierta información a su fuera (exsiero) pero ya era demasiado tarde y solo servía para desencadenar otra muerte y otro renacimiento en la más pura indiferencia para con su ser y para con el resto del mundo, una indiferencia algo así como diez veces peor con cada muerte, y fueron muchas.

(algún día continuará, Nazareno nomás)

sábado, 3 de octubre de 2015

Habitué 2, anexo primero

Hoy todo fue diferente. Sábado preso de la juventud, de todo eso, pero a las 7:45 a.m.

No me crucé a nadie en todo el trayecto, nadie. Por algo, no sé por qué, corrí.

Pensaba:

Camino conocido, camino extraño
quizás mañana vuelvas a ser el mismo
o quizás ya nunca vuelvas del cambio.

Asustado, intento no hablar de ello
procesar lo que no recibo, pensarlo.
Pies de cartón, corazón de cartón
no me dejan ya salir.

Curioso que corra de un amigo
de mi mismo
de tu piel
el frío.


jueves, 1 de octubre de 2015

Habitué, 2

La misma vuelta, algo más pesada esta vez.





Cuáles serán los fundamentos máximos del hombre, qué lo rige? Claro, cada uno tendrá sus diferencias, pero si nos centramos en uno solo, en alguien, aquél de ahí, la pregunta se mantiene igual de amplia, incluso más que con la generalización a simple vista. Es que las cosas siguen siendo complejas, tanto en la visión mayor como en la visión menor; así, cómo es posible que alguna vez lleguemos a saber algo a ciencia cierta?





Ayer, cuando volvía y estaba esperando el momento de hacer el pequeño gesto con la cabeza —saludo típico, paso por ahí todas las semanas desde hace 6 años— al trapito de mitad de cuadra, pude escuchar parte de la conversación que mantenía con el dueño del quiosco de al lado; al parecer algún conocido por ambos había fallecido, pero pude escuchar, justo cuando pasaba y saludaba a los hombres, que Pedro (bautizado a partir de ahora, algún día preguntaré) le decía al trapito: "a veces hasta la muerte es una cosa muy linda".
El trapito (tiene cara ideal para Carlos) está viejo, en estos seis años le ha pasado una vida por encima, hasta dos, diría yo; su vida, de lejos, parece algo vacía, permanece siempre igual, como yo. Puchos baratos, un cajón de cerveza para sentarse, siempre tratando de agarrarse alguno para hablar; mira, observa muchas veces el terreno baldío lindante y se nota en su expresión que reflexiona, hace un par de muecas, a veces lo he visto mirar pasar el tren, qué será acaso lo que pensará aquél hombre del paso de sus días? qué le habrá podido responder a Juan?

Adelante siempre se puede ver gente mayor, yendo y viniendo. Con algunos ya nos conocemos de vista y emitimos una pequeña sonrisa al cruzarnos, lenguaje imperceptible para un ajeno. Dónde irán siempre me pregunto, con sus carros, sus bolsas, sus años. Incluso a veces me cuestiono que los años pasen para ellos, que llega una edad donde no se envejece más, ya que en seis preciados años siguen milimétricamente  igual.

Es que siempre las personas de repiten, algunas hasta todos los días. Conozco de miradas a una piba que siempre anda con el celular, en una atracción digna de ver, y que apenas levanta la mirada cuando paso; las pocas veces que justo no lo estaba usando, me dirigió mirada de reconocimiento/decepción, esa chica espera demasiado. La forma de su nariz no me gusta, ella será Carla.
Otro conocido es Juan, siempre de lentes, barba joven bien cuidada, auriculares. Sabe bien quién es, demasiado, obvio que yo no, nunca lo vi sin lentes, por ende tampoco sé si el me regresa la mirada. Odio los lentes de sol, jamás usé ni planeo hacerlo, aunque odie el sol y aunque no puede ver directo a los ojos.
Del lado de acá está Guillermo, de rulos, parece algo más chico que yo. Siempre apurado, pero sonriendo. Me lo cruzo siempre en el mismo lado, es algo increíble; una vez le alcance algo (¿una lapicera, llaves?) que se le había caído, desde ahí el saludo es más notorio.



No sé si presto demasiada atención a las delicadezas que me rodean, que llenan el habitué, este habitué, un simple trayecto de unas nueve cuadras; quizás sea simplemente que recorro el mejor trayecto jamás andado o que esas delicadezas tienen su mirada fijada en mí. En todo caso es superfluo y no creo que me interese demasiado. Todo es superfluo, todo es relativo, todo es el centro del universo.





Pensé varias maneras de hacer esto, y puede que algo cambie, pero es que es muy complicado resumir seis años en unas cuantas semanas, en unos cuantos viajes habituales más, para luego dejar todo, de la manera más abrupta imaginable. Uno por semana, elaborado con un súmmum de esta. Fácil, rápido y enteramente superfluo para el ajeno, el otro, el que puede leer.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Habitué, 1.

Bueno, la idea está en el nombre. Un camino de diez cuadras bien conocido, donde suceden cosas, donde se sigue viviendo.





Salgo algo más tarde de lo normal, demasiado, por lo que esta vez decido implementar algo nuevo: caminar a un ritmo nuevo, algo rápido a mi parecer. Así fue que cual maratonista volví, notando a mitad de camino que mis piernas no dolían como era habitual (y habitual hace años, demasiados ya), pero que las sutilezas del paisaje, del camino, no me resultaron tan relevantes como siempre.

A dos cuadras decidí cronometrar mi progreso, tema de una mente en bardo (¿por qué no bordó también¿¿), solo para establecer números, verlos; poco más de dos minutos por cuadra a paso normal, que alguien al lado consideraría lento, pero es el que biológicamente tengo asignado, y uno y medio a la velocidad anteriormente comentada (podría demorarme solo diez minutos la vuelta a este paso).

El tema central, el siguiente: a sólo tres cuadras de destino, casi por sorpresa alcanzo a notar a la reencarnación suburbana del Syd Barrett del último tiempo —pelado y de cuarenta y más años—, pero en la vereda opuesta, lo que me obliga a cruzar. Al pasar cerca de él (1 metro) pude notar —escuchar— que cantaba algo de radiohead, por lo que la sonrisa cómplice me resulto involuntaria e inevitable; al notarlo, mi amigo Syd me dirigió su mejor cara de pocos amigos, por lo que surgió la idea de cronometrar el paso rápido y desaparecer de manera más eficaz, es que creo que lo que se está pensado en X momento (no intenté analizarlo, por las dudas; me caía bien además) se olvida de manera proporcional al olvido del motivo por parte de los sentidos del sujeto pensante.


En la vereda de mi casa nadie ni nada, como siempre. La llave entra a la tercera, ya se escucha un grito que clama por comensales; mi perra es la que más me espera y la más alegre por mi retorno, un auto choca en la esquina, puteadas, indiferencia, entro en mi casa, salen todos los que estaban adentro a ver, mi cama, recién ahí llega el cansancio.





-Y es que en algún momento debería tomar forma, rutina autoimpuesta, por ahora, solo ruido. 

sábado, 5 de septiembre de 2015

Tesoro, del todo, en divino.

Describe una espiral, algo raro, tema de él. Yo ahora lloro, de maneras mil veces poéticas a la vez que por acción de la luz. Aposento divino dicen, yo ni puedo verlo, no puedo ver. Ciego dicen también que uno anda mejor, muchas cosas dicen.

  • Suena música simple, demasiado, que ni para el autor tiene sentido; hacerlo por hacerlo. También quiere escribir, no sabe bien el por qué, escribir por escribir, y no lo confundan con el primero porque son bien diferentes, ya quisiera el segundo ser el otro, pero no.





Sus imágenes.

Una reposera azul en una playa cualquiera, la espera del tren eterna por parte los amados, la divinidad de su piel al rayo del sol o la luz de aquella lámpara, el frío que siente al salir corriendo de su casa en pleno invierno, el pie sobre la cama junto al armonioso nuevo silencio que trae consigo sus verdades y el eterno resplandor de una mente que reacciona en inconsciente, siempre que puede.

El mar que se la lleva para una vuelta oxidada y rota, el descarrilamiento, el eclipse o el corte de luz, el verano de Buenos Aires, el dolor de espalda que obliga a cambiar de posición, pasa siempre.






La mente.

Oscuro, claro, más claro, ahora se queda en un verde coral difuminado. Se abre, veo luz, puedo formar un círculo, seguramente estoy en el fondo, mi prisión.
Ahora estoy dormido, mi mente lo sabe, mi cuerpo no. Puedo manipular mis sueños, moldear con nitidez envidiable mi imaginación, luego de un rato me aburro; ya la música paró, y el ruido del reloj —amado en tiempos lúcidos— hace llevar mi mente a lugares lúgubres, mantengo ojos cerrados para no caer en esa pesadilla infantil y no irritarme inútilmente. Con fuerza sobrehumana logro tomar posesión de mi cuerpo y despertarme, pero ahora sí quiero dormir.

viernes, 28 de agosto de 2015

Reflexión: valor de verdad.

Pensé durante un tiempo relativamente corto, pero suficiente como para comprender algo y caer en la necesidad de transmitirlo.






Estamos a un ritmo rápido, donde buscamos con qué llenar el espacio libre de nuestras vidas, escapamos a nosotros mismos, a pensar, reflexionar; escapamos en el otro, en la idea del maestro, pues, ¿quién es mejor maestro acaso que yo mismo? ¿Para qué buscar en alguien el valor de verdad y no buscarlo en nosotros, en nuestro ser? Y es que las verdades de cada uno son y deben diferir de las del resto, porque no hay dos razonamientos puramente iguales y de sus incompatibilidades nacen otras verdades, verdades que pueden aceptar cualquiera, el que quiera, pero, por favor, reflexionen, piensen, porque el camino no lo da el otro y yo no veo lo que vos siquiera anhelas ver.



Después profundizaré más sobre el tema, estos son sólo diez minutos de reflexión.

viernes, 7 de agosto de 2015

La subsecuente realidad nocturna.

Entré al bar, típico de sábados desafortunados. Llovía, bastante, como que se me caía el mundo un poco más todavía y no llegaban a ser las diez. En el pub/café que estaba al lado tocaba una bandita rock que no encontraba ni la afinación ni el tiempo correcto y que de alguna forma traspasaba de tal manera la pared que se sentía que los tenía a todos a metro y medio mío; por suerte, un tormento menor de media hora. Cerveza, tragos, lo de siempre, incluso me senté en una mesa alejada a tomar una copa de vino para resultar interesante al vistazo ajeno.

*El vino: seco, demasiado, adecuando para el poco fino pero exquisito paladar de Julito. Era de esos vinos baratos de uno en mil que vienen mal y que, con solo inspirar el aroma, te tumba; no les digo yo que era demasiado por casi cien mangos. 


Ahí te vi, algo sola también, dando vueltas en círculos por el bar, intentando embocar alguno. Yo no hice nada, como siempre, viniste a mí; dos horas de cháchara que ambos determinamos que no sirvió para nada, otros tragos varios y más vino, mucho más. Nos fuimos corriendo sin pagar, bajo la lluvia, yo pocas veces me mojé tanto y fue lo más peliculesco que me pasó en la vida. Ese día pude encontrar una felicidad que no sabía que andaba por ahí, saltar un par de nubes, anidar en algún cráter lunar, sentirme yo mismo, ser.


-La luna: increíblemente liviano, floto lejos, en la colina baja de por ahí me pongo una reposera y me dejó sonando a mis espaldas Alice (la voz de Tom Waits es que es lo mejor para las caminatas lunares), estoy esperando que choque china con áfrica; encuentro a mano un par de binoculares, y tu departamento es bastante visible, por lo que sin buscar demasiado te encuentro, y vos también! me podés ver! me estás llamando porque parece que me cocinaste algo, me debes querer bastante! intentas tironearme hacia vos con una cuerda imaginaria pero te digo que me esperes un segundo nomás. Guardo la reposera en un garage que me hice ahí cerca y salgo, el crol se me da muy bien por lo que rápido llego y puedo comer aquellos fideos (que algo de fuego les falta aún) antes de que se enfríen.





La primera vez que te invité a mi departamento se me cortó la luz, por una semana. Nada pude hacer ya, destino o karma, no importaba nada y no había tiempo de analizar. A los dos meses nos casamos, éramos bastante gauchos.

Jóvenes y casados, la gente mayor nos miraba con alegría, y sí, Matilde, lo eramos, la imagen clara de amor y felicidad (y todo esas giladas que dice la gente, que siquiera sienten, que siquiera piensan). Lástima que dos hijos y doce años después firmamos el divorcio, vos ya vivías con él y yo con ella. Cuando vos te confesaste, yo me confesé también: al parecer el número de personas era casi el mismo —bueno, dos a favor mio, pero no le diste importancia— y el tiempo en el que empezó todo era alrededor del segundo año y medio de casados, me dijo con una sinceridad que me tumbó que ambos (Julieta y Mariano, hermosas creaciones de la naturaleza) eran míos y por ende no quise ahondar en el tema, le dije que mantenía tres hijos que ella no conocía (Lautaro, Camilita y Jorguito), porque no quería ser mal padre, y ella entendió, entendimos todo.
Tengo bastantes hijos, tuve bastantes mujeres, la cuota de normalidad tenía que salir por algún lado y bueno, yo tampoco quiero ser perfecto; solo es el simple drama que tiene la vida de no poder darte todo.

Ojo, quizás algo hice mal, o quizás solamente desperté demasiado.



-Es probable que tus números sean mayores a los míos, pero no te voy a joder por eso, aunque me mate por dentro.

domingo, 2 de agosto de 2015

Introducción. el saber.

Cada vez vuelvo más completo, más refinado, y es por eso que temo mirar en pasado, ver errores, ver diferencias. La sabiduría es un camino de ida, un camino determinado por cada uno, diferente al resto; no hay pasos atrás, todo revisionismo está manchado por lo vivido, es imposible el retorno limpio a un estadio menor del saber.

Todo lo que hablo es subjetivo, bueno sí, pero más subjetivo de lo normal; mi saber va por muertes, mi saber crece rápido, lo que sé es lo vivido, pero no puntualmente llegué a percibir, sé lo que conozco es completamente relativo, a todo.

miércoles, 1 de julio de 2015

La luz del sol. 3/21

Hoy estoy muerto, morí, pero también cuenta. Un astro me quemó aún más la mente y te digo que me espera, ahí sentada.

sábado, 27 de junio de 2015

Monólogopolismo. 2/21

Técnicamente es otro día, pero no nos importa.


Destruido, enajenado, influido por terceros, segundos, lo que sea.


-cántame bellas canciones, bellas cosas y no me digas eso que temo.

Me morí, sí, otra vez vuelvo a caer en eso; otra vez vuelvo a jugar en los límites y me caigo en el agujero, es increíble. Vuelvo a caer en normal, sentimental, todo eso que en realidad odio, para volver a cometer algún error peor, ahora justificado. Para dar sabor, un toque.

viernes, 26 de junio de 2015

Crónicas de un cuerdo. 1/21

Hoy hablemos de destrucción por uno mismo. Y será un monólogo, por como pinta nomás.

-mi mente gobierna mis actos, pero, principalmente, gobierna mis anhelos, temores y mis muertes.


Soy adicto a destruirme. Noto un cierto fanatismo en caer en pensamientos obstructores de lo que deseo, sea una vaca o un queso. Al personaje ficticio del futuro mio siempre le ocurren los mayores agravios.

Cinco minutos (largos, en serio) me tomó darme cuenta de que la destrucción parte de cierto egoísmo material con el anhelo (o lo que sea) ese, que nos carcome el alma hasta salir al exterior en forma de movimientos extraños con las manos. Quema, es neurótico, es pánico, es dolor.



-un meteoro gigante cae en una luna marciana; quizás hoy, quizás mañana, pueda salvar a aquella que no es lo que soy yo, lo que más puedo querer en presente y pasado, la moneda que vale felicidad.



En estos pensamientos es donde entra en juego la "energía de vida" de cada uno, lo que nos salva siempre de la muerte. Digamos, ¿qué es lo que impulsa a vivir a las personas? Porque considero que hay momentos, etapas donde ni vale la pena vivir. Ejemplo, la soledad: hay que ser demasiado poco humano para tener ganas de vivir y afrontarla, y estoy hablando de esos que nunca buscan solución (uy, salud che) y siguen aún rodando por ahí. Es increíble, de en serio.
Sin ir más lejos, para qué seguir viviendo, yo, si aún ni sé un 12% de lo que quiero de acá a dos años —por momentos amo racionalizar donde no se debe— y ya no siento nada, o no debería. Ahí está lo que nos mantiene vivos, algo genético, nuestra conexión más grande con el resto de los animales.


-pasadas las doces, la mente duerme lentamente. El trance se hace placentero y solo esperas la hora para volar y manipular todo lo que quieras; el mundo va a ser tuyo, no hay necesidad de ceder el control a droga alguna porque ahora el control lo tenés vos.


Finalmente, llegué a una pseudoconclusión: vivimos en base a ilusiones, tanto de las tangibles como de las que definitivamente no.

miércoles, 24 de junio de 2015

Estudio y carreras

Creo que voy a convertir esto en algo habitué, para entrar en ritmo, y lo dejaré en manos de Julito Ardonez, nuevo en el blog. Parece prometedor.






Un 24 de junio, fecha extraña, pero no, sin detalles (nada más por la hora). Hablemos de carreras.

Quizás sea el tema más importante para un adolescente, para alguien que termina el secundario, a qué dedicar toda su vida? Qué es lo que menos odias y que podrías llegar a hacer hasta esa edad en la que sos desechable? Igual, si lo amas es mejor, digo, puede ser más llevadero y capaz llegás a algo importante.
En estos temas de carreras, las artes parecen ser tabú; bueno, es que solo uno de cuarenta la pega y el resto vive en la nada, riesgos de oficio. Pero hablando seriamente, pasa que hay cierto "fanatismo" por el lugar que puede llegar a ocupar uno en el sistema, el lugar que el sistema te puede ceder; acá el arte ocupa el mero lugar de opio de masas —y opio de pocos, en el caso del arte pintura— y solo unos pocos sirven ahí para servir a otros, el altruismo máximo aspirable acá, al parecer.

No puedo estar en contra de estudiar algo y que te guste, pero tener la necesidad de vivir de eso toda tu vida es algo que no puedo apoyar ni en los tópicos que amo y que (supongo) estudiaré formalmente en adelante. Quizás debería haber licencias de trabajo para estudiar otra cosa, ampliar; dejar que uno cambie si quiere, dar libertad, porque si bien en la mayoría de los casos hay libertad de elección en las carreras, esa libertad se convierte en el que reprime conforme pasa el tiempo. Si hay algo de lo que estoy seguro es que no voy a amar, o por lo menos con la misma intensidad, lo que amo ahora mismo en diez, veinte años; por eso, intenten algo che! Ustedes siempre salen con ideas salvadoras.


Siguiéndome a mí mismo, quiero acotar que el crítico que solo se ocupa de criticar, sin solución alguna, es lo que está bien. Mantengamos la falsa objetividad cínica, da gusto leer una defenestración sin solución alguna a los problemas planteados.





-sí, escribo por necesidad nada más señores.            -Julito Ordonez Diaz, 24/06/2015 // 11:07 p.m.

domingo, 21 de junio de 2015

Castigo de pocos.

No veo, o capaz sí, pero está todo oscuro acá. Horas, días, desconozco el tiempo que pudo haber pasado. En este intervalo he podido notar lo precario de mi situación: no puedo moverme, o no siento que pueda hacerlo, estoy en una oscuridad siquiera imaginable y no sé, simplemente no sé. Bueno sí, hay algunos indicios de que esa cosa está bajando y viene a por mí.
Qué es la cosa, ustedes dirán, pues no lo sé tampoco; apenas puedo atinar saber a que viene por mí. Viene bajando, desde arriba, desde esa oscuridad que es más oscura que esta misma de acá.
Incluso a veces creo escucharlo, se siente el ruido de sus herramientas pegando en las lejanas paredes, acercándose. Luego hay periodos de paz, de un silencio tal que te perfora los oídos, se te mete en la cabeza; quieren que me vuelva loco? acaso eso quieren nada más? Y otra vez, otra vez vuelve a aparecer el verdugo a lo lejos, un sonido que se acerca cada vez más, es tangible, es pánico, es miedo.
Quizás, sí, ya estoy cansado de esperar, pero tampoco quiero que él llegue. Quizás me traiga más oscuridad, pero no hay diferencia.

Y si estoy loco? Es probable que me haya construido todo esto, pero, acaso podría yo realizarme este planteamiento mientras estoy en esta profunda oscuridad irreal?  He pasado por otras jugadas en falso de mi mente y no se sienten así. Y no, es que ahí aparece! Qué he hecho para semejante tortura? Se acerca, ahora más rápido. Creo que veo un ser encapuchado! Dios, son dos! Tres! Cuatro! Ay, mi querido señor, qué he hecho yo? No quiero siquiera abrir más los ojos, no quiero verle la cara a mis verdugos, no quiero escucharlos, solo quiero bloquearme, bloquearme hasta el momento.

Ahora bajan por las paredes del techo, me es imposible apartar la mirada de ellos, de escuchar el ruido. Es que lo hacen apropósito! Ahora vienen más lento! Seres malévolos, verdugos de los que el dolor han llevado a otros, me manipulan; manejan y se ríen de mi miedo, del terror que carcome cada parte de mi cuerpo. Máscaras horribles llevan! Óxido en sus cuerpos, oscuridad en sus expresiones, quieren llevarme de una vez? Perdonen a esta infeliz alma, déjenla llegar a su lugar de castigo en paz.
Esos niños tenías voces muy agudas y molestas! Solo fue un poco de diversión, nada más! Puedo arrepentirme de ella toda mi infinita existencia en aquél lugar, lo único que pido es ir ya. Algo de piedad, no se queden parados enfrente mio! Horribles creaciones! Inmorfas sus caras ahora reveladas, gastadas de uso sus ropas de trabajo. Quietos ahí, mirándome indiferentes, mientras yo no puedo hacer nada, aunque en realidad no estoy atado, soy libre de movimientos, siempre lo fui en realidad, pero no puedo; quieto en shock estoy, el terror absoluto es el que rige mi cuerpo y este es el que impide reacción alguna. Quieto boca arriba espero una completa eternidad mi destino, el anhelo del ser supremo que controla a mis verdugos. Espero y espero, y sigo esperando aún. Seguro que aquél cálido lugar ha de ser mejor; ojalá pudiera mover siquiera un músculo y emprender el camino hacia allí, pero se ven demasiado filosas.

monólogo.

Un día de festejos, claro, pero qué puedo festejar yo? Digo, estoy vivo, existo — o eso parece — y todo pinta normal. Bueno, es que lo que anhelo no es que quiere mi ser, en realidad; no poder darle un abrazo a tu viejo en estos días que ustedes crearon duele, aunque al menos te lleva a pensar cosas interesantes.

Soy un pibe normal, o algo de eso; tengo conflictos más grandes de los que puedo expresar con palabras, incluso con mi mente, pero están ahí, escondidos a primera vista. Al parecer en mi cae el peso del universo, un peso homónimo, que llevo con completa indiferencia; cuesta preocuparse por algo, por mí. Quisiera que algo me importara lo suficiente, o mínimo que me hiciera intentar moverme.

Siete y veinticinco de la tarde, espero que un haz me ilumine y le ponga letra a un par de acordes. Mi perra, al lado, transita un sueño interesante. Siento la mirada de cada ser de mi pared en mí, agobiante. Ropa tirada, matemática de la buena, música, todo completamente enajenado; mas (todo un escritor, puro esnobismo) que si por mi fuera estaría tirado en el pasto contando hojas, pero, como ustedes, estoy atado también y tampoco sé a qué. Divagaciones, en fin, malgasto una tarde de mi vida; pienso en cosas que son propias, y no, dejando pie al haz ese misterioso de la inspiración lírica.

Hoy el sentimiento es por la falta de contacto con aquél que tanto quiero, que me dio vida y que supo ocupar lugar en mis sentimientos a base de preocupación y afecto, tangible. Todo este bardo por el día del padre, una tremenda pija para algunos, catástrofe para otros más desafortunados. En mi caso, es solamente a la primera.





En otros tópicos, hace mucho que enrique no anda por acá, así que tomaré su lugar por un tiempo; anda de licencia según me cuentan.

No pego dos ideas ni dormido, capaz es solo por leves factores externos normales para ustedes pero anómalos en mí. El ídolo mundial este es indomable al menos, un gigante, un genio, único e inigualable. A partir de eso, vivo.



No, no hay mucho sentido que darle, y nada de lo digo es verdad, en serio.

viernes, 5 de junio de 2015

blus de la caja

Mirando una caja boba, que me lleva a no hacer nada. Quizás esa caja, no dice nada.
No dice nada, no dice nada.

Viendo personas perversas riendo, y yo me río. Quizás ya ni sé, el motivo.
Pero es que me da abrigo.

Alguien anda hablando, conmigo, y yo no quiero. Es que no escucho nada, es lo mismo apagada.
Dejá a mi caja, dajala hablar.



Unos pibes encerrados, un tonto hablando y dejando bailar. Pero ya no bailan, quieren algo más.
En esta caja, todos quieren más.

La caja me cuenta cosas, dice que pablo la anda insultando. ¡Tonto Pablo! Solo te querés hacer importar.
Te tengo odio, la caja dice que vos estás mal.
Gran caja, en vos sí puedo fiar.

domingo, 24 de mayo de 2015

3 p.m.

Redactor consternado, muerto en la vida tan gloriosa del aquél, de los demás. Él puede hacer lo mismo —bueno, digamos que está dentro de su alcance— pero no, es una especie de resignación a ser feliz.

Humano, ser raro aquél. Escribe rápido para no atrasarse en sus otras tareas, pero no vive lo suficientemente rápido para no sufrir, para no morir, en definitiva, ser recto y preciso.

Con estos años, ya es difícil deshacer lo hecho y lo que viene se vuelve cada vez más predecible.

Ni sé lo que escribo, lo que hablo.







Pero qué loco que andabas! Naciste ayer y, sí, rápida fue tu trayectoria.
A la hora de nacer, a eso de las 4 de la mañana, escribiste tu primera novela. Algo soberbia (esperable de la adolescencia) pero con una profundidad irracional poca veces desarrollada en lengua escrita.
Terminando tus doce horas de vida, ya tenías ocho novelas en tu haber —incluyendo "Historias de sillas", lo mejor que he leído en estos largos 7 años (creo) de vida, sublime— y eras la voz de la generación, increíblemente conocido.
Hoy a la mañana conociste todo lo que querías saber, me lo hiciste saber mediante una llamada repentina. Las dos horas siguientes las usaste para escribir unos cuantos versos ambiciosos, pero tu cuerpo no resistió a más de las 11. Llamé y no atendió nadie, entré a tu departamento y te encontré muerto. Increíblemente joven e increíblemente canoso.
Es curioso todo lo que lograste, lo que fuiste. Quizás el único momento penoso que pasaste fueron las dos horas dedicadas a esos versos tan lúgubres, pero siempre pensando en la grandeza póstuma. Fuiste genial, asombro del ser, un gran fósforo en una noche donde las estrellas están demasiado lejos. Yo mismo estoy lejos, quizás sepa más que nadie, pero vivo en vano. Quizás vivo para mantener a la humanidad cuerda y fresca.

Quiero ser como vos, cobarde. Cobarde el mundo. Cobarde yo.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Rencor.

Hoy escribo en odio.





atar en minúscula a la literatura, matar esa libertad habsoluta que solo se da en las artes supremas, creerse más por seguir algunas pautas que incoherentemente admiramos porque sí. Todo esto pasó hoy, ayer y en el año que viene.







Bueno, en verdad vengo a dejar lo más suave que conozco para un café y un techo/pared al que mirar.















Enrique hoy no escribirá, como tampoco lo hizo ayer ni mañana. Son nombres corazón, todos son nombres gesticulador.

domingo, 10 de mayo de 2015

viernes, 1 de mayo de 2015

11:52 p.m. 01/05/2015 d.c. (y aunque no sepa lo que creo)

Huir. Encerrado en habitaciones que conozco demasiado bien, encerrado en el saber y en su opuesto. Demasiado humilde, demasiado egocéntrico.

Ojalá vean lo que siento

el amor, 
pesado más
que el aquél.
impulso 
vano, 
a donde no pertenezco.
sí, quizás el silencio 
ampara mi sol,
pero, quizás, 
nunca 
siquiera ardió.

el amor, 
doloroso más 
que el aquél.
solo, 
en el pánico 
de la letra ínfima.
pura cháchara, 
y ya sin el resguardo del anónimo.
expuesto 
en
movimientos falsos.

el amor, 
alegría
del alma tuya.
lo 
que buscas,
lo
que buscan.
yo
corro,
me escondo,
suelto.

amor,
veo
más
que nadie.
amor,
soy 
más 
que tuyo.

amor,
ojos para el dolor tienes.
amor,
tu piel derrite.

amor,
el aquél es tuyo.
esperanza,
solo mía. 

amor,
usted
siempre en andanzas.
típico 
de 
bravo domador.

amor,
respeto te tienen,
respeto te doy.

amor,
igual no sigo su camino.
aunque sienta
en mí
tu ambición.

amor,
nunca, 
nunca veré algo igual.


realidad.


amor,
nombre extraño
de aquél
al que veo, pero no creo.

veo lo que debería estar sintiendo dentro.


domingo, 22 de marzo de 2015

Domador

Las altas expectativas no me permiten discernir cuáles cosas están dentro de mi alcance. Bajeza de pensar siempre a más, a niveles a los que no puedo acceder; sé lo que soy, pero no conozco a los demás. No conozco lo que está abajo de mis pies, a mis cuerdas, estrellas, y a vos.



Domador, domador de mares dulcemente rojos.
Ácido en el afuera, canela en el centro;
nunca conoció lo que será y lo que fue.
El pibe bien, mimado de todos, ahora abre los ojos.

lunes, 16 de marzo de 2015

El azar

Voy a ser lo más directo posible.



Hoy me quedé pensando en como el ser es un conjunto de coincidencias que nos modifica permanentemente. ¿Qué hubiera pasado de mí si nunca hubiera leído a Cortázar, a Jarry, a Huxley? Hasta diría que si no hubiera leído algunos libros de Narnia de chico nunca hubiera llegado a leer todo lo demás, a tener esa pasión. Haber vivido sin escuchar Pink Floyd, Kurt Weill, Spinetta, Prietto, Radiohead (odio poner todas las mayúsculas); no puedo llegar a imaginarlo, quizás nunca hubiera germinado en mí la pasión suprema por la música.

Somos las personas que nos rodean y nos rodearon, y la incidencia que tuvieron en nosotros. Encuentro muchas situaciones donde una simple acción podría haberme cambiado (o bueno, en todo caso no) y mi ser, mi yo, habría sido otro, un ajeno. Sí, es que ya odio a aquel que era hace no más de 2-3 años.



En definitiva, somos maleables. Diría que demasiado. Yo mismo fui moldeado hasta llegar a este humano de 17 años que intenta explayarse acá y no tiene gustos definidos, que ama pero a la vez odia a los números, que no se conoce.  

Muchas cosas podría haber cambiado y eso da miedo, es curioso. Quizás hubiera sido enormemente feliz todos estos años, y qué? Uno siempre se prefiere por como es, supongo. Yo no, pero el aquél me trae la misma desconfianza que cargo conmigo mismo. 




Maleabilidad. Yo veo el futuro, del que en parte agradezco no formar parte; quizás en donde todo sea una utopía feliz, pero creo que todos aprendimos que para llegar a la felicidad general hay que hacer algunos sacrificios.
(increíble la cantidad de veces que escribí "yo", increíble las divagaciones molestas)

Maleabilidad. Intento nunca juzgar, ya el que está ahí podría ser yo. La personalidad es mitad genética y mitad el entorno, lo que te llega. Somos todos un azar enorme, y tan simple. Todo es tan simple.

domingo, 15 de marzo de 2015

Qué pasa después de la medianoche? Parte 4

Crecí.

Los árboles están más altos que nunca, y yo más cerca de la muerte.
El alcohol inunda mis venas y ya no brinda el efecto tan anhelado.

Todos terminan ahí, pero yo hoy estoy afuera. No recuerdo si hoy siquiera pronuncie palabra alguna. Me siento inmune a cada sensación que llega a mí; y no, no es nada raro.

Cada uno termina encajando en un estereotipo, aunque quiera intentar pensar con ojos cerrados.


Figuras antropomorfas con actitudes extrañas.
Vigilan las noches y mañanas, pero no viven.
El tiempo les pasa más que nunca, más que a nadie.
Quizás muertos, quizás artificialmente vivos.

Los árboles artificiales, la vida en lenguaje informático. Pero lo que más pesa sobre vi es concebir lo bello como solo información. Es que todo es tan real.
Me conozco y no al mismo tiempo. Soy ambos extremos de todo, realmente mi cerebro es la fuente de todos mis problemas.

Los animales racionales no están listos para el peso con el que cargan.

12:51 y no, hace mucho que no escucho a los strokes; ya me alejé de mí. Algo ebrio, y sin todavía decir algo de mí. Quisiera acceder a mis sentimientos, en serio.

viernes, 27 de febrero de 2015

La primera amada.

Hoy, querida, puedo escribir emocionado. Hoy, luego de años, te encontré; ya conozco al primer amor de todo hombre, y de toda mujer.


Pocas noches uno puede salir y toparse con el amor, con la belleza absoluta, quedarse atónito frente a todo ese esplendor. Nada para decir, ni una palabra saldrá por mi boca esta noche, de eso estoy seguro.


Sí, hay que apreciar lo que se tiene al alcance, incluso puede que sea lo que buscamos. Claro, aunque sea una noche, aunque sea toda una vida. Solo está, ahí, mirándonos, esperando una simple coincidencia cómplice.


Brillas en la oscuridad del firmamento, y eso que siquiera puedes hacerlo por vos misma. Alumbras las noches, patrona de los amantes, y no pedís nada, nunca nada. Yo digo que estás bella como jamás podré volver a ver. Bella en el infinito, hermosa cada segundo, todo en el uno y uno sin nada. No existen palabras para tal descripción, perdón; inventen algo.


Señora, amada, hoy está hermosa. Para ustedes, miren el cielo, vean la luna.

sábado, 7 de febrero de 2015

Día de las crecidas y la luz

Esto ocurrió, pero me vi en la necesidad de cambiar y hasta agregar algunos datos para embellecer y darme un anonimato superfluo. En última instancia siempre lean al personaje, que es mucho más yo de lo que podría ser el que les escribe.

El hecho del 4 de febrero de 2006. Bajo de Véliz, San Luis. (Es un recorte)
...ya que tremendas vacaciones fueron aquellas! Lo único reprochable fueron los mosquitos, pero me convertí en lo que soy gracias a ellos también. Bueno, desde luego gracias a ella y gracias a vos. Esas vacaciones me llevaron al lado de allá, pero mucho más a la cosa misma y la muerte.
Hablando de lo último, fue un día en el que estaba destinado a morir, pero sorprendentemente no pasó nada.
Salimos a media tarde hacia Bajo de Véliz, la noche ya se hacía esperar pero algo había que hacer. En fin, una hermosura inaudita despierta en cualquiera ese paisaje, pero no; en mí ya se germinaba la muerte. Apenas vi la primera sierra y la primera curva me di cuenta. Llegué a mi fin, pude conectarme con todo, pude enamorarme de todo, pude llorar de la emoción de ser, de vivir y de morir.
Para los que desconocen, el sentimiento de muerte nace en la boca del estómago y se extiende directamente a la cabeza, recién desde allí pasa a las extremidades. Pero lo peor es cuando te atrofia la mente.
Nunca iba (voy) a alcanzar la pureza que deseo, a poder sentir todo lo que quiero, a ser el todo o la nada. Sabía que venían tiempos mejores, que ahora la vida era cuesta arriba para mí, y eso era justamente lo peor; de las tinieblas, del subsuelo, de ahí sale lo mejor, de ahí vengo, ahí quiero dormir.
Entrada la noche vino el regreso, yo iba a morir. Era la máxima certeza que alguna vez tuve, que alguna vez tendré. El viento en la cara, la agudización de los sentidos, la canción de mi muerte (más celestial y perfecta de lo que hubiera deseado), todo estaba listo. Dos finales se asomaban: una muerte en un accidente automovilístico, heroica para mí, y la de el impacto de un ave en mi cabeza, que me habría desilusionado (además, era lo que se veía más probable).
Pero no, nada pasó. Engañado? No, alguien me salvó. Fue ella, fuiste vos, fue el amor a todo, fue la idea del personaje, fue la atracción constante del lado de acá (sí, para luego pasar desde ahí al lado de allá, tan hermoso como suena), fue el sueño de ser. Pueden creerlo? No morí! Y ya yo sabía todo lo que debía saber. Ya había alcanzado el conocimiento máximo, y no morí! Increíble.
Bueno, llegado a la casa fui directamente a dormir. Tenía el sentimiento todavía, pero me acosté y me puse a escribir en pasado. Luego dormí, aunque no sé si alguna vez desperté. No puedo realizar los planteamientos ni las reflexiones necesarias para saber si estoy vivo. Por lo menos la vida es muy bella, y ya duermo en la habitación de arriba.
Fuiste vos, me mataste, me hiciste poseer el derecho y obligación de elegir. Yo no quería, no quiero eso; te (las) amo y, , habla el mismo Enrique de antes.
Al parecer dispongo de apellido, al parecer esto se hizo agobiante y con demasiadas puntuaciones.


-Enrique Centurión.
Esto se transcribió desde un móvil, desde ya perdón. (El hombre de los perdones y ese tal Enrique parecen ser el mismo)

jueves, 5 de febrero de 2015

No: negación y el otro yo.

Bueno querida, no, no la encontré esta noche. Y, sí, tengo miedo de que te hayas ido, tengo miedo de pasen demasiados años para mí hasta llegar al reencuentro prometido. Qué pesares! Qué vacío del alma!

Ni siquiera puedo embriagar mi alma, hoy parece dispuesta a soportar todo. Siquiera puedo alegrar a mi espíritu con promesas musicales que aman lo que hacen; nada sirve.

Te amo más que nunca pero no quiero hacer nada, no quiero mover un dedo. Habré nacido para sufrir? Cómo sé que estoy vivo? Esa es mi duda máxima, solo pienso para asegurarme de mi existencia.

Soy grande, voy a ser aún más grande en el futuro. Soy un dios oculto, soy el que soporta el peso de la humanidad. Seré el que más ha pensado sobre estas nuevas tierras, aunque pareciera que ustedes ya las conocen.

Soy solo pensamiento, soy solo mis neuronas. A vos te amo, y, no, no te vayas por favor. Quiero vivir un poco. Dame una mirada más, dame el regalo de la eterna visión de tu andar.

-el señor que siempre pensó demasiado, ahora llamado Enrique III de los campos.

martes, 3 de febrero de 2015

Sucesos de liberación parte 1

Industria de otra cosa

Sí, el primer día sin una encrucijada de miradas, y esto es solo por las condiciones climáticas. Ay, carajo, es que me invade el odio! Sí, Artl.
Cómo me van a hacer esto? Imploro tu presencia, pero hoy solo vivís en mis sueños, en mi mente. Me invade el miedo de que te vayas, de que quedemos sin dirigirnos la palabra. Aunque esto puede ser lo mejor; sé que años después, todo volverá distinto; sé que no sale palabra alguna de tu bella boca por las mismas razones que las mías.
El hombre, inquebrantable en todo lo que quiere ser, 
mas cuando se trata de amor, muere solo y atravesado. 
Siempre soportando! Siempre esperando querer, 
en busca de la felicidad, soleado y muerto, quedamos.
Escribo por la sed que tiene mi piel. Escribo más por necesidad que por expresar algo. Si es que odio a ese tal con mi nombre.
-un escritor de pueblo.




Cerámicas e industrias 

A las doce y media de la noche no se puede trabajar. Una verdadera injusticia para Carlitos Aquino; cómo iban a poder sacar mejores ganancias si no labura nadie? Vagos, él ya tiene mucho con pagarles. Pobre, Aquino ya esta imaginando los reproches de su padre, ya que fue este quien dirigió la compañía en sus mejores tiempos. Bueno, tampoco hay que desmerecer el trabajo del abuelo, que la fundó; al hacerlo tuvo que privarse de algunas cosas, pero por suerte todo fue bien, y en poco tiempo. La compañía es más grande que nunca y sí, los números son otros, pero así también los porcentajes de ganancias.
Bien, Roberto Marino esta disfrutando de la cena familiar. Su mujer le preparó ricos tallarines, favoritos genéticamente por su ascendencia italiana. Molestan las moscas, la comida no atrajo solo al grupo familiar.
Los Marino (él, ella y sus tres hijos pequeños) tienen una situación económica delicada, al parecer el laburo que tiene Roberto en la fábrica de cerámicas no alcanza. Ojo, esto lo digo yo, pero es que se respira en el ambiente de la casa. Esperen! Marino vio, en su canal de noticias favorito, que Aquino quiere contratar más empleados y que esto, como dijo el periodista en una conjetura de lo más banal y barata, se iba a traducir en ningún aumento de sueldo este año. Ahí Roberto dijo basta, solo tuvo que llamar a su amigo y compañero, Ricardo Fuentes, para idear todo lo que sucedería.
Al otro día, la mañana en la fábrica se despertó en huelga. Hubo reunión, Carlitos admitió que iba a tomar más gente pero negó rotundamente que no iba a haber aumento por un año, incluso dijo que quería más aumentos para que produzcan más, que eso era lo que necesitaba él, aumentos para subir los niveles. Ricardo citó al periodista y utilizó algunos de los argumentos de este último.
Hubo una acalorada discusión. Ricardo empujó, Carlitos dijo que lo iba a despedir inmediatamente, como si fuera un peón de ajedrez; un cuchillo guardado en los pantalones gastados de Ricardo entró en escena, pero se vio opacado por un disparo cobarde y un golpe seco contra el suelo.
Un periodista con una conjetura barata inició una huelga general que le hizo perder mucho dinero a Carlitos, el estaba muy agotado, no saben; una total lástima que los obreros escucharan todo y tomaran justicia por mano propia, después de cinco disparos escuchados, Aquino ya calló.
Bueno, la empresa pasó a su hijo. En cuanto a los obreros, disfrutaron de vacaciones pagas por quince días.
Finales como pocos.

-satírico, dijo el autor.

lunes, 2 de febrero de 2015

La tercera vuelta

No leer; después servirá para algún relato largo todo esto.

Sí, otra vez. Pero ahora pude escuchar tu voz; algo tímida y apagada. Otra vez en silencio una vez me viste; otra vez yo volando; otra vez tu hermoso andar, tus brazos pegados al cuerpo; otra vez vos.

Súbitamente me di cuenta que sos la primera mujer con la que podría estar tranquilo, con la que hacer un todo, la que me curaría; mi salvación.

Hoy llueve, lo cual me parece lo más indicado. El día apega una nueva matilde. Los acordes están, faltas vos.

Mañana tengo miedo, mañana dudo de mí; mañana se viene durante meses, mañana es eterno; y, si no la vuelvo a ver? Qué pasaría si esto es solo una voz y una ayuda para lo que yo más amo, la música? Well, en todo caso te amo. En todo caso serás la primera (felicidad) o la única (yo) mujer de mi vida.

Hablabas, me viste y callaste; seguimos otra vez con la misma situación. Pero las miradas ya eran de sorpresa y de decaimiento de realidad, si se puede expresara así.

Hace días que no sueño, hace días que dejé al amor que me había invadido (bueno, solo es una postergación), hace días que ya dejé de creer en mí. Incapaz de todo, solo vividor de la nada. No me gusta el sonido de mi voz.

domingo, 1 de febrero de 2015

La segunda vuelta

El lugar para el enamorado de todo. Ella suave con su pelo raramente corto; las miradas cómplices ya dicen el resto. Sí, ambos en el otro, en la nada y en el todo. Ambos saben lo que haría el prójimo, por ende no hacen nada. Ambos enamorados del vacío y el todo.

Pasan cuadras y cuadras, disfrutando el momento. Llegué a la conclusión de que su manera de andar es la más bella que he visto. Andaba pensando en gritar mi número a los vientos, pero la nada es el todo, y me tuve que ir.

Sé lo que pensabas y vos —usted—, sabías lo que pensaba. Sí, perdón, pero por mi estatura odio la altura agregada. Sí, perdón, pero la deseo. Pero si vos —usted— empezaste!

Ay lindura suprema, ay belleza sublime, ay reina del andar, volando me dejaste. Solo pido a los dioses que me dejen verte andar una vez más; volverte a ver caminar, entre tanta gente.

Pero en el fondo, creo en algo. La primera vez que te divisé, me di cuenta; en algún lado, entre 40 millones de almas, nos reencontraremos. Por favor no camines mucho, la suma de problemas óseos y ojotas, no hace bien en mí. De más está decir que valió la pena.

Esperaste mi accionar, yo el tuyo. Sí, sos el amor de mi vida, mi salvación entre tantos murmullos.


, está de un móvil. Desde ya, perdón.

-el hombre de los perdones infinitos.

viernes, 23 de enero de 2015

Onírica

La caída del gigante atemporal
Oh, mis gemelas almas inmorfas, he caído en el amor! En el amor incontrolable, el que siempre moverá a uno. Y sí, es peor que nunca; felicidades oníricas me azotan ya. Pero, ¿hay espacio para tales sentimientos en este ser? Nunca sabré nada; al final, ¿qué haré?
Oh, querida, la deseo, quiero y adoro. Espera, también te amo.

(El subrajado es propio).


La llegada
Capitán veo el horizonte! Al fin hemos llegado, y, con medio mundo atravesado, puedo dignarme de ver el espectáculo de las nuevas tierras. Maravillosas, celestiales y oníricas; la lluvia de otro mundo! Y como la guarida de un tigre, está meticulosamente protegida. El mar bravo y los picos son solo el principio, pero es que, miren esas hermosas nuevas tierras! Ey, esperen, me estoy desplomando.
Aún no recuerdo como este relato llego a mí; me abstengo a creer en mi propia ceguera, pero creo necesario caer siempre en ese deshilachado pensamiento.
Un perdido inmortal ya no sabe qué hacer, y mucho menos siquiera, qué pensar.

Adjetivista, luego parte de una humanidad. Siempre partes. Siempre soy, y lo detesto.

martes, 13 de enero de 2015

Contrariemos (involución)

Hoy —y perdón Cortázar— hablemos de mí mismo. Ey, es que realmente me leo y no me entiendo; seguro que mi yo de 13-14 años se burlaría de mí (hasta omití una mala palabra que sale desde el fondo de mi ser). Sé que pienso mucho más, sé que no puedo expresarme completamente, sea de manera escrita o cara a cara; sé que estoy destinado a desaparecer y al olvido. Ahí viene lo curioso, ya que no me aterra ni desagrada. Y sí, justo ahora no tengo la menor idea de lo que poner acá, y me encanta. Fin.





"Hay nuevos elefantes jimmy!" dijo su padre. Él ya lo sabía, pero dejó escapar toda su felicidad guardada. Nuevos elefantes! Ahora sí sería una persona. Ya estaban las chances en la mesa; esta, marcada de dedos, quemada de un lado y con algunos clavos salidos, sostenía la mayor carga metafísica que alguna vez llevaría. Era la realidad.
Diez años después el circo no perdonó ni a él ni a sus zapatos rozados. Luego de otros tantos años, la realidad también se lo llevó, realmente. Glorioso funeral, como pocos.

En la mañana (recopilación de textos adaptados)

Querida, te he extrañado y te seguiré extrañando.

Acaba de llegar el otoño, unas molestas hojas marchitas se han filtrado por debajo de la puerta. El mar jovial también anuncia, con su bravura, el presagio de nuevos naufragios otoñales. Temporada tras temporada es igual, nunca cambia. Vos tampoco cambias. 
Sí, sé que yo sí he ido cambiando, que he vuelto extraño, que perdí mis sentimientos. Y es que también el indomable pelo oscuro se vuelve lacio y gris. Pero considero que te amo.
Querida, si pudieras ver todo lo que yo he visto! Mucho más que vos, con tus viajes exóticos. Conozco todo lo que debo conocer; ya no sé con qué deleitar mi mente, solo sé que sé todo.
Ayer me vi en el espejo, creo que voy a morir. Morir y saberlo todo, qué curioso. Sé como quedará mi cuerpo, sé lo que pasará conmigo, conozco la nada. Y vos... Ay, querida! Vives en el pasado, claramente. Sin duda has llegado a esta edad mejor que yo; la belleza también es difícil de perder. A que vives el doble que yo.
Bueno, muchas divagaciones; en fin, me muero y te amo. Me dirás que no te he hablado en décadas, que no te escribo hace años, pero es que cuanto más me cuesta dirigirte palabra alguna más te quiero, y más te deseo.
Sí, te aseguro que aunque los sentimientos sean compartidos entre ambos, y hasta hayas leído esta carta, no podríamos mantener una conversación duradera, y esta hasta sería incómoda. Para qué escribo entonces, dirás, pues no lo sé. Supongo que es el último enigma.
Cuando esto te llegue estaré muerto; te quedarás con mis pertenencias. Lo único que te pido es que me quemen, me tiren al mar y sea olvidado lo más rápidamente posible. Después, sigue siendo feliz.





Atención cliente! Se sortean lotes en Caronte. Tenga usted la oportunidad de la felicidad! Además, si su número es uno de los diez elegidos tendrá el viaje sin cargo. Porque siempre la Lockenin Company desea lo mejor para usted, para su familia, para todos. Aproveche esta oportunidad, empiece una nueva vida y, lo más importante, sea feliz!
-Auspicia Blinko, la lámpara que usted y su hogar necesita. 





...y así fue cuando llegamos a Egipto y a sus pirámides en nombre de la madre patria. Nuestro general estaba maravillado, nosotros no eramos nada en comparación. No hay construcción europea igualable; la grande armée quedó eclipsada con su magnificencia. Yo fui de los pocos que osó subir a la cima; llegué a la conclusión de que dios mismo las erigió. Así es como nos quedamos con poco aire cuando llegábamos arriba, por lo que nos apresuramos a bajar; al llegar al suelo, nos quedó la satisfacción de haber realizado una hazaña bíblica. Arrasar luego a los mamelucos fue una proeza de igual magnitud.
Cuando se retiraron, asustados por la firmeza de nuestros cuadros, me pareció ver a un jinete llorar; comprendí que no era por el dolor, era de enojo con sí mismo, de frustración. Como el general dijo: "Desde lo alto de estas pirámides, cuarenta siglos de historia nos contemplan". Sí, cuarenta siglos y, ¿qué? Es difícil no llorar con las pirámides.





La suave brisa llegó a los bordes de su cuerpo. Él miró al costado, mientras le amputaban la pierna al último humano mayor de 16 años bípedo, y con satisfacción se dijo a sí mismo que venían buenos tiempos. Quizás no tenía lo que comúnmente llamaríamos ojos, pero estoy seguro de que pudo observar la situación más claramente que nadie.

sábado, 10 de enero de 2015

Escribo

Escribo para aliviar la soleada espera, el silencio;
y es que de penas e intereses mucho no conozco, amor.
Aunque no lo creas, sé el estigma de tus conocidos ojos:
par de malvones indiferentes, tienen las marcas de mis dedos.

martes, 6 de enero de 2015

¿Qué pasa antes de la mañana? Parte 2

Las cortinas dejan pasar algo de luz, pero no, no es eso; mi cerebro es el que me llama, me quiere, me desea a esta hora.
Así como pregunto por el día y por la teoría de las cuerdas, también pregunto el por qué de este acto. Seguramente mi cerebro quiere empezar a debatir de la nada antes, me implanta una rutina.
Y es que somos la nada y, al mismo tiempo, el todo. Sí, ya sé, lo dije cinco o seis veces en este blog; pero, qué quieren? Escribir algo a las seis de la mañana? Sí, claramente tienen razón, perdonen la digresión.
Una puerta abierta, una ventana abierta, los pájaros llamándose; los mosquitos me devuelven al mundo.


El futuro del hombre, el musculo de la humanidad! Usted debe fortalecer el músculo! Señor, trabaje, trabaje duro, y en los tiempos libres, diviértase! Porque el mundo esta hecho para el trabajo y para la diversión. La felicidad de todos, para eso existe la sociedad; todos ustedes clavan el techo, la vitrina y el corazón. Es fundamental que no abra los ojos ante el sol, que meta la puerta en la ventana. Mate a todos, kill yourself.


Sí, estimado, tengo la premisa: nuevas tierras descubiertas al sur.
Claro, gran viaje. Quedamos en la mitad, ¿no? Continuemos.
Unos hombres enanos saludaron a nuestra expedición. Con un extraño aparato aprendieron nuestro lenguaje, solo tuvimos que decir algunas palabras y ya! Una vez que nos entendimos, hablamos de filosofía y sobre la física (temas que realmente adoro), aunque quisieron hacer hincapié en lo último. Les explique las leyes de Newton, las aportaciones de Kepler, y demás cimientos del entendimiento del todo. Pero no, respetuosamente me interrumpieron; dijeron haber entendido todo ya, que amablemente compartirían su conocimiento con nosotros; hablaron de que había que hacer un pequeño cambio en la física, de como el pensamiento irracional se volvía racional. Ahí fue cuando pedí permiso para poder avisar a mi tripulación que todo estaba bien, a lo que accedieron sin problemas, quizás sabiendo. Volví y maté a todos, tarea fácil, ya que únicamente vivían en un gran edificio; mi tripulación exploró el bosque en busca de sobrevivientes pero ni rastros de civilización había, al parecer se limitaban a su edificio, que cañoneamos luego. Volvimos al otro día y los árboles ya habían crecido, y hasta dudé de los hechos del día anterior. Pero no, justo en la orilla, hablando con el mar, quedaba uno. Bajé yo solo, dije que quería hablar; él, súbitamente, me dijo que comprendía, que siempre comprenden todo, sí, muchas cosas así. Pasados quince minutos, con el todavía hablando, lo maté.
Luego contaré el regreso, intenten aguantar la espera! Y es que este ha sido un viaje apasionante! Quizás no como el de sumatra, pero sí es digno de elogiada mención.

Desde ya perdonen la escritura, los móviles no se llevan bien conmigo.

viernes, 2 de enero de 2015

Libertinaje y pastelitos.

Debería

Debería escribir algo, es posible que alguna idea gire alrededor de mi mente. Mentí, ya están girando explícitamente.

La sociedad, la civilización, la pérdida del hombre a manos del hombre.
Bien, a lo largo del tiempo, se puede ver un camino hacia la estabilización y hacia la racionalización del hombre. Pero, ¿es este el camino adecuado? ¿Si se llegara a una utopía, la felicidad podría resultar aburrida, agobiante? Sí, lecturas del mes más política como destructora del hombre en sí mismo.
Nos gusta crear reglas, pero a su vez nos gusta romperlas. Amamos lo racional pero, ¿quién soporta a un sol estrafalariamente malvado, eterno en términos humanos?
Se tiene que elegir entre la felicidad de todos y el aburrimiento, la estabilidad y control implícito, y entre el libertinaje, el sufrimiento y lo humano. Podría citar más características de ambos extremos, pero considero que se llega a entender la idea.

Estoy escribiendo del celular y con gente llamándome. El sol.

El caos es natural, pero queremos estabilidad. ¿Realmente sabemos que nos gusta matarnos, encerrarnos bajo el anhelo de perfección?

Tampoco tengo ideas claras.