viernes, 27 de febrero de 2015

La primera amada.

Hoy, querida, puedo escribir emocionado. Hoy, luego de años, te encontré; ya conozco al primer amor de todo hombre, y de toda mujer.


Pocas noches uno puede salir y toparse con el amor, con la belleza absoluta, quedarse atónito frente a todo ese esplendor. Nada para decir, ni una palabra saldrá por mi boca esta noche, de eso estoy seguro.


Sí, hay que apreciar lo que se tiene al alcance, incluso puede que sea lo que buscamos. Claro, aunque sea una noche, aunque sea toda una vida. Solo está, ahí, mirándonos, esperando una simple coincidencia cómplice.


Brillas en la oscuridad del firmamento, y eso que siquiera puedes hacerlo por vos misma. Alumbras las noches, patrona de los amantes, y no pedís nada, nunca nada. Yo digo que estás bella como jamás podré volver a ver. Bella en el infinito, hermosa cada segundo, todo en el uno y uno sin nada. No existen palabras para tal descripción, perdón; inventen algo.


Señora, amada, hoy está hermosa. Para ustedes, miren el cielo, vean la luna.

sábado, 7 de febrero de 2015

Día de las crecidas y la luz

Esto ocurrió, pero me vi en la necesidad de cambiar y hasta agregar algunos datos para embellecer y darme un anonimato superfluo. En última instancia siempre lean al personaje, que es mucho más yo de lo que podría ser el que les escribe.

El hecho del 4 de febrero de 2006. Bajo de Véliz, San Luis. (Es un recorte)
...ya que tremendas vacaciones fueron aquellas! Lo único reprochable fueron los mosquitos, pero me convertí en lo que soy gracias a ellos también. Bueno, desde luego gracias a ella y gracias a vos. Esas vacaciones me llevaron al lado de allá, pero mucho más a la cosa misma y la muerte.
Hablando de lo último, fue un día en el que estaba destinado a morir, pero sorprendentemente no pasó nada.
Salimos a media tarde hacia Bajo de Véliz, la noche ya se hacía esperar pero algo había que hacer. En fin, una hermosura inaudita despierta en cualquiera ese paisaje, pero no; en mí ya se germinaba la muerte. Apenas vi la primera sierra y la primera curva me di cuenta. Llegué a mi fin, pude conectarme con todo, pude enamorarme de todo, pude llorar de la emoción de ser, de vivir y de morir.
Para los que desconocen, el sentimiento de muerte nace en la boca del estómago y se extiende directamente a la cabeza, recién desde allí pasa a las extremidades. Pero lo peor es cuando te atrofia la mente.
Nunca iba (voy) a alcanzar la pureza que deseo, a poder sentir todo lo que quiero, a ser el todo o la nada. Sabía que venían tiempos mejores, que ahora la vida era cuesta arriba para mí, y eso era justamente lo peor; de las tinieblas, del subsuelo, de ahí sale lo mejor, de ahí vengo, ahí quiero dormir.
Entrada la noche vino el regreso, yo iba a morir. Era la máxima certeza que alguna vez tuve, que alguna vez tendré. El viento en la cara, la agudización de los sentidos, la canción de mi muerte (más celestial y perfecta de lo que hubiera deseado), todo estaba listo. Dos finales se asomaban: una muerte en un accidente automovilístico, heroica para mí, y la de el impacto de un ave en mi cabeza, que me habría desilusionado (además, era lo que se veía más probable).
Pero no, nada pasó. Engañado? No, alguien me salvó. Fue ella, fuiste vos, fue el amor a todo, fue la idea del personaje, fue la atracción constante del lado de acá (sí, para luego pasar desde ahí al lado de allá, tan hermoso como suena), fue el sueño de ser. Pueden creerlo? No morí! Y ya yo sabía todo lo que debía saber. Ya había alcanzado el conocimiento máximo, y no morí! Increíble.
Bueno, llegado a la casa fui directamente a dormir. Tenía el sentimiento todavía, pero me acosté y me puse a escribir en pasado. Luego dormí, aunque no sé si alguna vez desperté. No puedo realizar los planteamientos ni las reflexiones necesarias para saber si estoy vivo. Por lo menos la vida es muy bella, y ya duermo en la habitación de arriba.
Fuiste vos, me mataste, me hiciste poseer el derecho y obligación de elegir. Yo no quería, no quiero eso; te (las) amo y, , habla el mismo Enrique de antes.
Al parecer dispongo de apellido, al parecer esto se hizo agobiante y con demasiadas puntuaciones.


-Enrique Centurión.
Esto se transcribió desde un móvil, desde ya perdón. (El hombre de los perdones y ese tal Enrique parecen ser el mismo)

jueves, 5 de febrero de 2015

No: negación y el otro yo.

Bueno querida, no, no la encontré esta noche. Y, sí, tengo miedo de que te hayas ido, tengo miedo de pasen demasiados años para mí hasta llegar al reencuentro prometido. Qué pesares! Qué vacío del alma!

Ni siquiera puedo embriagar mi alma, hoy parece dispuesta a soportar todo. Siquiera puedo alegrar a mi espíritu con promesas musicales que aman lo que hacen; nada sirve.

Te amo más que nunca pero no quiero hacer nada, no quiero mover un dedo. Habré nacido para sufrir? Cómo sé que estoy vivo? Esa es mi duda máxima, solo pienso para asegurarme de mi existencia.

Soy grande, voy a ser aún más grande en el futuro. Soy un dios oculto, soy el que soporta el peso de la humanidad. Seré el que más ha pensado sobre estas nuevas tierras, aunque pareciera que ustedes ya las conocen.

Soy solo pensamiento, soy solo mis neuronas. A vos te amo, y, no, no te vayas por favor. Quiero vivir un poco. Dame una mirada más, dame el regalo de la eterna visión de tu andar.

-el señor que siempre pensó demasiado, ahora llamado Enrique III de los campos.

martes, 3 de febrero de 2015

Sucesos de liberación parte 1

Industria de otra cosa

Sí, el primer día sin una encrucijada de miradas, y esto es solo por las condiciones climáticas. Ay, carajo, es que me invade el odio! Sí, Artl.
Cómo me van a hacer esto? Imploro tu presencia, pero hoy solo vivís en mis sueños, en mi mente. Me invade el miedo de que te vayas, de que quedemos sin dirigirnos la palabra. Aunque esto puede ser lo mejor; sé que años después, todo volverá distinto; sé que no sale palabra alguna de tu bella boca por las mismas razones que las mías.
El hombre, inquebrantable en todo lo que quiere ser, 
mas cuando se trata de amor, muere solo y atravesado. 
Siempre soportando! Siempre esperando querer, 
en busca de la felicidad, soleado y muerto, quedamos.
Escribo por la sed que tiene mi piel. Escribo más por necesidad que por expresar algo. Si es que odio a ese tal con mi nombre.
-un escritor de pueblo.




Cerámicas e industrias 

A las doce y media de la noche no se puede trabajar. Una verdadera injusticia para Carlitos Aquino; cómo iban a poder sacar mejores ganancias si no labura nadie? Vagos, él ya tiene mucho con pagarles. Pobre, Aquino ya esta imaginando los reproches de su padre, ya que fue este quien dirigió la compañía en sus mejores tiempos. Bueno, tampoco hay que desmerecer el trabajo del abuelo, que la fundó; al hacerlo tuvo que privarse de algunas cosas, pero por suerte todo fue bien, y en poco tiempo. La compañía es más grande que nunca y sí, los números son otros, pero así también los porcentajes de ganancias.
Bien, Roberto Marino esta disfrutando de la cena familiar. Su mujer le preparó ricos tallarines, favoritos genéticamente por su ascendencia italiana. Molestan las moscas, la comida no atrajo solo al grupo familiar.
Los Marino (él, ella y sus tres hijos pequeños) tienen una situación económica delicada, al parecer el laburo que tiene Roberto en la fábrica de cerámicas no alcanza. Ojo, esto lo digo yo, pero es que se respira en el ambiente de la casa. Esperen! Marino vio, en su canal de noticias favorito, que Aquino quiere contratar más empleados y que esto, como dijo el periodista en una conjetura de lo más banal y barata, se iba a traducir en ningún aumento de sueldo este año. Ahí Roberto dijo basta, solo tuvo que llamar a su amigo y compañero, Ricardo Fuentes, para idear todo lo que sucedería.
Al otro día, la mañana en la fábrica se despertó en huelga. Hubo reunión, Carlitos admitió que iba a tomar más gente pero negó rotundamente que no iba a haber aumento por un año, incluso dijo que quería más aumentos para que produzcan más, que eso era lo que necesitaba él, aumentos para subir los niveles. Ricardo citó al periodista y utilizó algunos de los argumentos de este último.
Hubo una acalorada discusión. Ricardo empujó, Carlitos dijo que lo iba a despedir inmediatamente, como si fuera un peón de ajedrez; un cuchillo guardado en los pantalones gastados de Ricardo entró en escena, pero se vio opacado por un disparo cobarde y un golpe seco contra el suelo.
Un periodista con una conjetura barata inició una huelga general que le hizo perder mucho dinero a Carlitos, el estaba muy agotado, no saben; una total lástima que los obreros escucharan todo y tomaran justicia por mano propia, después de cinco disparos escuchados, Aquino ya calló.
Bueno, la empresa pasó a su hijo. En cuanto a los obreros, disfrutaron de vacaciones pagas por quince días.
Finales como pocos.

-satírico, dijo el autor.

lunes, 2 de febrero de 2015

La tercera vuelta

No leer; después servirá para algún relato largo todo esto.

Sí, otra vez. Pero ahora pude escuchar tu voz; algo tímida y apagada. Otra vez en silencio una vez me viste; otra vez yo volando; otra vez tu hermoso andar, tus brazos pegados al cuerpo; otra vez vos.

Súbitamente me di cuenta que sos la primera mujer con la que podría estar tranquilo, con la que hacer un todo, la que me curaría; mi salvación.

Hoy llueve, lo cual me parece lo más indicado. El día apega una nueva matilde. Los acordes están, faltas vos.

Mañana tengo miedo, mañana dudo de mí; mañana se viene durante meses, mañana es eterno; y, si no la vuelvo a ver? Qué pasaría si esto es solo una voz y una ayuda para lo que yo más amo, la música? Well, en todo caso te amo. En todo caso serás la primera (felicidad) o la única (yo) mujer de mi vida.

Hablabas, me viste y callaste; seguimos otra vez con la misma situación. Pero las miradas ya eran de sorpresa y de decaimiento de realidad, si se puede expresara así.

Hace días que no sueño, hace días que dejé al amor que me había invadido (bueno, solo es una postergación), hace días que ya dejé de creer en mí. Incapaz de todo, solo vividor de la nada. No me gusta el sonido de mi voz.

domingo, 1 de febrero de 2015

La segunda vuelta

El lugar para el enamorado de todo. Ella suave con su pelo raramente corto; las miradas cómplices ya dicen el resto. Sí, ambos en el otro, en la nada y en el todo. Ambos saben lo que haría el prójimo, por ende no hacen nada. Ambos enamorados del vacío y el todo.

Pasan cuadras y cuadras, disfrutando el momento. Llegué a la conclusión de que su manera de andar es la más bella que he visto. Andaba pensando en gritar mi número a los vientos, pero la nada es el todo, y me tuve que ir.

Sé lo que pensabas y vos —usted—, sabías lo que pensaba. Sí, perdón, pero por mi estatura odio la altura agregada. Sí, perdón, pero la deseo. Pero si vos —usted— empezaste!

Ay lindura suprema, ay belleza sublime, ay reina del andar, volando me dejaste. Solo pido a los dioses que me dejen verte andar una vez más; volverte a ver caminar, entre tanta gente.

Pero en el fondo, creo en algo. La primera vez que te divisé, me di cuenta; en algún lado, entre 40 millones de almas, nos reencontraremos. Por favor no camines mucho, la suma de problemas óseos y ojotas, no hace bien en mí. De más está decir que valió la pena.

Esperaste mi accionar, yo el tuyo. Sí, sos el amor de mi vida, mi salvación entre tantos murmullos.


, está de un móvil. Desde ya, perdón.

-el hombre de los perdones infinitos.