viernes, 31 de octubre de 2014

Ruido

Una idea que se retuerce, vuela en mi mente libremente. Es curioso que las sillas vean el cielo, el mar, es curioso que apenas alguien note cuando se quieren abrazar. ¿Quién impide el amor de sillas? ¿Quién impide el amor lunar? Somos nosotros che, aprendan a ver. O haganme ver.

Sentido tendría la vida si todo lo que hubiera escrito no se hubiera borrado. Si no estuviera divagando en planteamientos irracionales, ilógicos, inservibles (para ustedes).

Supongo que me quemé, no soy más yo, soy un personaje. O por lo menos el que sabe escribir, si es que sabe.

Es tan hermoso el ruido, tan bello, tan todo eso. La vida.

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