jueves, 14 de diciembre de 2017

Él hombre del ego

Él volvió temprano a casa, desilusionado
pero con el material suficiente como para una semana.

Hablan de que Él que no tiene sentimientos
pero en verdad sí los tiene, aunque sea un farsante
tan descarado es Él que se miente a sí mismo
para dotarse de inspiración, eso dice.

Hoy volvió a casa con la cabeza baja
empecinado en las lineas de las baldosas
y en no pisar ninguna intersección con los zapatos
—si no toco ninguna, es que me ama
piensa para sí mientras el auto parece estar a kilómetros

Hoy volvió a casa dispuesto a seguir tomando
hasta que salga el sol, hasta que pase el del diario
hasta que sea noche y sea día de nuevo
fumando mucho para morirse un rato antes

Hoy volvió a casa con la libreta llena
hablando de amor, aunque no sea verdadero
Él lo siente, lo sufre y hasta llega a disfrutar
porque así lo que dirá luego será más carne y menos palabra

Hoy volvió dispuesto a baldear la casa
a desplomarse sobre la cama imaginando la tuya
pensando en dibujar círculos con el dedo índice en tu pelo
hasta que digas que suficiente por hoy y te acomodes sobre Él
y de repente uno no note el paso de la noche al día
de los autos lejanos y pájaros murciélagos
al gato pidiendo entrar a la habitación y los zorzales

Él dormirá hoy con almohadas sobre el pecho
pensando en lo que hizo mal, en por qué no es suficiente
no dándose cuenta de que vos sos otro instrumento suyo
porque mañana volverás a ser lo que eras antes
—amiga o desconocida, querida u odiada
sin que Él siquiera lo note, y seguro que vos tampoco
todo esto sólo es un cerebro aprovechándose de la zona torácica.

(hasta que cerebro se descuide y Él se estaque el pecho)

Julio.

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