martes, 6 de enero de 2015

¿Qué pasa antes de la mañana? Parte 2

Las cortinas dejan pasar algo de luz, pero no, no es eso; mi cerebro es el que me llama, me quiere, me desea a esta hora.
Así como pregunto por el día y por la teoría de las cuerdas, también pregunto el por qué de este acto. Seguramente mi cerebro quiere empezar a debatir de la nada antes, me implanta una rutina.
Y es que somos la nada y, al mismo tiempo, el todo. Sí, ya sé, lo dije cinco o seis veces en este blog; pero, qué quieren? Escribir algo a las seis de la mañana? Sí, claramente tienen razón, perdonen la digresión.
Una puerta abierta, una ventana abierta, los pájaros llamándose; los mosquitos me devuelven al mundo.


El futuro del hombre, el musculo de la humanidad! Usted debe fortalecer el músculo! Señor, trabaje, trabaje duro, y en los tiempos libres, diviértase! Porque el mundo esta hecho para el trabajo y para la diversión. La felicidad de todos, para eso existe la sociedad; todos ustedes clavan el techo, la vitrina y el corazón. Es fundamental que no abra los ojos ante el sol, que meta la puerta en la ventana. Mate a todos, kill yourself.


Sí, estimado, tengo la premisa: nuevas tierras descubiertas al sur.
Claro, gran viaje. Quedamos en la mitad, ¿no? Continuemos.
Unos hombres enanos saludaron a nuestra expedición. Con un extraño aparato aprendieron nuestro lenguaje, solo tuvimos que decir algunas palabras y ya! Una vez que nos entendimos, hablamos de filosofía y sobre la física (temas que realmente adoro), aunque quisieron hacer hincapié en lo último. Les explique las leyes de Newton, las aportaciones de Kepler, y demás cimientos del entendimiento del todo. Pero no, respetuosamente me interrumpieron; dijeron haber entendido todo ya, que amablemente compartirían su conocimiento con nosotros; hablaron de que había que hacer un pequeño cambio en la física, de como el pensamiento irracional se volvía racional. Ahí fue cuando pedí permiso para poder avisar a mi tripulación que todo estaba bien, a lo que accedieron sin problemas, quizás sabiendo. Volví y maté a todos, tarea fácil, ya que únicamente vivían en un gran edificio; mi tripulación exploró el bosque en busca de sobrevivientes pero ni rastros de civilización había, al parecer se limitaban a su edificio, que cañoneamos luego. Volvimos al otro día y los árboles ya habían crecido, y hasta dudé de los hechos del día anterior. Pero no, justo en la orilla, hablando con el mar, quedaba uno. Bajé yo solo, dije que quería hablar; él, súbitamente, me dijo que comprendía, que siempre comprenden todo, sí, muchas cosas así. Pasados quince minutos, con el todavía hablando, lo maté.
Luego contaré el regreso, intenten aguantar la espera! Y es que este ha sido un viaje apasionante! Quizás no como el de sumatra, pero sí es digno de elogiada mención.

Desde ya perdonen la escritura, los móviles no se llevan bien conmigo.

2 comentarios:

  1. buena manera de despertarse! te mando unas buenas energías irracionales! el ultimo parrafo es un tesoro man, me encantó!

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