domingo, 21 de junio de 2015

Castigo de pocos.

No veo, o capaz sí, pero está todo oscuro acá. Horas, días, desconozco el tiempo que pudo haber pasado. En este intervalo he podido notar lo precario de mi situación: no puedo moverme, o no siento que pueda hacerlo, estoy en una oscuridad siquiera imaginable y no sé, simplemente no sé. Bueno sí, hay algunos indicios de que esa cosa está bajando y viene a por mí.
Qué es la cosa, ustedes dirán, pues no lo sé tampoco; apenas puedo atinar saber a que viene por mí. Viene bajando, desde arriba, desde esa oscuridad que es más oscura que esta misma de acá.
Incluso a veces creo escucharlo, se siente el ruido de sus herramientas pegando en las lejanas paredes, acercándose. Luego hay periodos de paz, de un silencio tal que te perfora los oídos, se te mete en la cabeza; quieren que me vuelva loco? acaso eso quieren nada más? Y otra vez, otra vez vuelve a aparecer el verdugo a lo lejos, un sonido que se acerca cada vez más, es tangible, es pánico, es miedo.
Quizás, sí, ya estoy cansado de esperar, pero tampoco quiero que él llegue. Quizás me traiga más oscuridad, pero no hay diferencia.

Y si estoy loco? Es probable que me haya construido todo esto, pero, acaso podría yo realizarme este planteamiento mientras estoy en esta profunda oscuridad irreal?  He pasado por otras jugadas en falso de mi mente y no se sienten así. Y no, es que ahí aparece! Qué he hecho para semejante tortura? Se acerca, ahora más rápido. Creo que veo un ser encapuchado! Dios, son dos! Tres! Cuatro! Ay, mi querido señor, qué he hecho yo? No quiero siquiera abrir más los ojos, no quiero verle la cara a mis verdugos, no quiero escucharlos, solo quiero bloquearme, bloquearme hasta el momento.

Ahora bajan por las paredes del techo, me es imposible apartar la mirada de ellos, de escuchar el ruido. Es que lo hacen apropósito! Ahora vienen más lento! Seres malévolos, verdugos de los que el dolor han llevado a otros, me manipulan; manejan y se ríen de mi miedo, del terror que carcome cada parte de mi cuerpo. Máscaras horribles llevan! Óxido en sus cuerpos, oscuridad en sus expresiones, quieren llevarme de una vez? Perdonen a esta infeliz alma, déjenla llegar a su lugar de castigo en paz.
Esos niños tenías voces muy agudas y molestas! Solo fue un poco de diversión, nada más! Puedo arrepentirme de ella toda mi infinita existencia en aquél lugar, lo único que pido es ir ya. Algo de piedad, no se queden parados enfrente mio! Horribles creaciones! Inmorfas sus caras ahora reveladas, gastadas de uso sus ropas de trabajo. Quietos ahí, mirándome indiferentes, mientras yo no puedo hacer nada, aunque en realidad no estoy atado, soy libre de movimientos, siempre lo fui en realidad, pero no puedo; quieto en shock estoy, el terror absoluto es el que rige mi cuerpo y este es el que impide reacción alguna. Quieto boca arriba espero una completa eternidad mi destino, el anhelo del ser supremo que controla a mis verdugos. Espero y espero, y sigo esperando aún. Seguro que aquél cálido lugar ha de ser mejor; ojalá pudiera mover siquiera un músculo y emprender el camino hacia allí, pero se ven demasiado filosas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario