jueves, 18 de septiembre de 2014

Música

Espero que ustedes comprendan algún día el amor que siento por la música; la siento bellamente palpable. Es especialmente tangible en mis ojos, me los acaricia. Y justo ahí, empiezo a ver las frecuencias de cada detalle ínfimo.

Amo tanto a la música que la sufro, la sufro de maneras que estas ataduras que llamamos palabras no pueden explicar.

Puedo estar mi vida entera sentado en el suelo, dejando que el tiempo corra, deleitándome con cada nota de cualquier género existente, sea de música popular o música clásica. Es para mi uno de los placeres de la vida descubrir música, encontrar esos detalles hermosos que siempre van a girar en mi cabeza, ganándose su lugar y terrero en la ansiada lucha por la eternidad. De lo único que estoy verdaderamente orgulloso —y lo digo con mi mayor sinceridad— es de mi conocimiento en esta hermosa área, aunque nunca llegue a los niveles que quiero.

Tranquilamente todo esto se podría simplificar con una expresión. Una sonrisa, ambas cejas levantadas, una mirada perdida, un cuerpo en reposo, inmóvil y sin control sobre él.

- Jazz me blues.


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