domingo, 17 de agosto de 2014

Himklemencia

Supongo que deberé continuar, pero primero quisiera hacer una mención sobre conjunción antropomorfa "zapato". Suena fonéticamente mal —realmente muy mal— pero guarda en su interior múltiples significados posibles, podría considerarse como un espacio donde se puede violetizar el significado entrevisto. En una amalgama lingüística como esta, la fonética se complementa con el ritmo; zapato deja mucho que desear en cuanto a su fonética pero es de digna mención su ritmo, qué puede sublimar cualquier oración por su cuenta. Pero ojo, siempre debe venir acompañado —o debe estar cerca— de extra-sublimadores tales como rozado, estrafalario y demás parecidos.
Acá el amor es raro. Como contaba anteriormente, el efecto espejo puede ser desconcertante para primeros y terceros —no, no contaste nada gordo tragasable, solo dijiste esa palabra pelotuda— por ilusión que se arma a su alrededor.
Incluso se puede estar completamente consiente de que se está siempre tratando de buscar equivalencias y se lo sigue haciendo, tarde o temprano. Se las sigue buscando aunque no se quiera a alguien igual —definitivamente yo me odio— a uno.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Creo que estoy escribiendo cualquier idiotez, verdaderamente. Qué problema es el no poder expresarse correctamente, honey. Supongo que estamos atado al lenguaje, a eso que se llaman palabras.            ¿Es feo estar atado?

Si esto tiene alguna palabra mal escrita, no es apropósito y es por mi propia resignación a todo. 

2 comentarios:

  1. pensaba en escribir sobre ataduras, específicamente, estaba pensando en escribir por qué creo que las ataduras nos hacen más libres; pero noté que hablo mucho de lo mismo.
    texto gracioso, pensante y presentándote como un personaje extraño y extravagante, like always (para bien). tenés mis manitos de genialidad: 🙌

    ResponderEliminar
  2. Fua, cuanta extravagancia; me siento muy distante a esto, es curioso. Por lo menos ahora tengo tópico para alguna entrada.
    Respecto a lo otro, veo a la libertad como utópica, y que las ataduras no hacen más felices. Y, como tendemos a relacionar la felicidad con nuestro libre albedrío y la libertad, tanto las ataduras como su antagónico pueden resultar en acercamientos a esta última. Ah, escribí que no cansa.

    ResponderEliminar