jueves, 28 de agosto de 2014

SO

En el ocaso último, el día se nubló, y la montaña más alta no llego nunca a limpiar la calle.
Acá quedé, preso, listo para criaturarme.
La hoja de cristal no pudo caer, fue pisada antes de salir, siquiera nadie pudo percatarse.
Ya me cansé de esperar a que maten al sol, ahora me toca a mi intentarlo
me cansé de soportarlo día tras día, es simplemente inhumano, monstruoso.


Pasaron muchos años, nadie lo pudo reconocer más, ahora es más joven.

¿Ahora quien va a matar a este enano que no posee la dignidad suficiente para confrontar al sol?
¿Es que nadie aprendió a ver lo que quieren todavía?

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